El Olímpico de la superación no es inclusivo

En estos tiempos donde a todo se pone una etiqueta, o en su defecto varias a cada actividad en la que se está inmerso o a cada persona que se cruza en el camino, existe la inmensa dificultad de calificar con un adjetivo correcto a una actividad que no es diferente a cualquier otra: el fútbol.

Ya en el 2022 el CD Olímpico y Asprona León unían sus caminos con los ánimos enfervorizados de varios usuarios del centro de Quintana de Raneros, animando en cada partido a las chicas del primer equipo del renacido club de la capital leonesa, el Olímpico Femenino.

Pero era la temporada pasada donde ese vínculo se hacía aún más fuerte. Si hay algo que une a las dos entidades es el deporte, en este caso el deporte rey: el balompié. Se decidía inscribir un equipo en la liga ‘+ Que Goles’ organizada por la Federación de Fútbol de Castilla y León y la Federación de Deporte Adaptado de Castilla y León.

Con el tiempo justo jugadores y cuerpo técnico se ponían manos a la obra para llegar a tiempo a la jornada de Burgos donde debutaría el equipo. La emoción del primer viaje se compartía con el conjunto de La Virgen del Camino, que en ejercicio de gran deportividad viajaban juntos a la capital castellana.

El binomio daba otro paso más este año. El equipo comenzaba a entrenar el pasado mes de octubre a las ordenes de un histórico del fútbol leonés, Diego Calzado, que no dudaba ni un sólo segundo en ponerse al frente del proyecto.

Todos los miércoles a las 12.00 horas, el campo cubierto del Olímpico acoge los entrenamientos de un equipo especial que enamora. La diferencia de este equipo no son las capacidades, sino las singularidades del mismo. Un equipo especial porque aúna la veteranía de jugadores como Jesús, ‘More’, el capitán o Javi, ‘El Tigre de Olleros de Sabero’, que superan los 60 años, pero que cruzan el campo cómo si tuvieran menos de veinte, con jugadoras como Carmen, una de las jóvenes cuyo sueño es ser futbolista y entrenar con un equipo femenino.

Futbolistas cómo Diego, que su duda es celebrar los goles como Cristiano o cómo Lucas Pérez el jugador del Dépor, el equipo de su ciudad. Dani que lleva el Órbigo en sus venas y que sufre cuando el trabajo le impide ir a entrenar. Nacho, especial por su diabetes y por sus pases al estilo Michael Laudrup mirando hacia otro lado. César y Christian, buscando los descansos en el trabajo para no faltar a la cita semanal. El portero Héctor, que lo mismo hace una palomita que desbroza el más complicado de los jardines. La sonrisa perpetua de Aarón y su zurda de oro. El olfato de gol de José Manuel. Roberto y Luis Alfonso, dos titanes en el centro de la zaga, recordando a los tiempos de Piqué y Ramos en la selección. Gildo, cuya pasión es el remate de cabeza tal y cómo hacía un tal Carlos Alonso, Santillana, o cómo Óscar, que lo mismo viste de Lewandowski que de Vinicius.

Un fútbol de pasión, sin etiquetas, inclusivo porque une a jugadores variopintos unidos con la ilusión de ser futbolistas un día a la semana, con jugar un torneo con sus compañeros, con qué el público grite sus nombres y aplauda sus goles.

Además, este año con la alegría de jugar en casa, ante los suyos, en la jornada 1 de la liga ‘+ Que Goles’, el próximo 14 de abril en el Complejo Deportivo Olímpico de León.

Un equipo que cuenta con el apoyo de Noemí y Mamen, monitoras de Asprona León, David, delegado del equipo, y José Pedro Luengo, presidente del club y principal impulsor de este sueño.

Con entrenamientos tan especiales que tanto jugadoras del primer equipo olímpico, como Yoli Chamorro (directora deportiva del club), Luis Puertas (Ademar) o Ramón González entre otros, no han dudado en perderse y calzarse las botas por un día y disfrutar con el equipo: porque no es fútbol, es pasión!

Y si tenemos que buscar un ‘apellido’ que no sea inclusivo, que sea ilusión, emoción, alegría, superación, imaginación, pero sobre todo pasión.