El Palacio congela al deporte leonés
Se cumplen nueve meses desde que comenzó la reforma energética del pabellón municipal sin que haya una fecha fija de entrega Debía estar terminada el pasado noviembre y ahora se habla de abril
Las obras del Palacio de Deportes comenzaron en junio de 2023 y aún no han terminado. RAMIRO
Noviembre de 2023. Esa era la fecha inicial —como muy tarde— en la que la reforma energética del Palacio de Deportes de León debía estar concluida. Unos trabajos que comenzaron el pasado mes de junio y que ahora, nueve meses después, continúan sin terminar, ni tampoco cuentan con una fecha establecida. Visto el retraso tras retraso en la ejecución de la obra son pocos los que se atreven ya a aventurar el final. Se habla de marzo, quizá en la última semana, aunque nadie descarta que se extienda a abril e incluso más allá.
Una intervención que supera los 3 millones de euros —sufragados en su gran mayoría por fondos europeos— cuyas continuas subcontratas y el escaso número de operarios dedicados a los trabajos explican, en parte, el porqué parece la historia de nunca acabar. Sí, las obras del Palacio van despacio y no, no parece que al Ayuntamiento de la capital le importe mucho. De hecho, el pasado mes de febrero para disipar las críticas cada vez más crecientes de clubes y aficionados —hay que recordar que allí juegan y entrenan Ademar, Cleba, BF León y Cultural de baloncesto— anunció una recepción de la parte interior del pabellón, pero lo cierto es que ni siquiera estaba terminado del todo, faltaba el palco de autoridades y sellar varias zonas de la fachada principal, entre otras cosas.
Desde el primer momento quedó claro que la reforma solo se centraría en mejorar el aislamiento térmico del Palacio, aunque de paso se aprovechó para cambiar la iluminación interior de la pista, además de hacerlo más accesible a personas de movilidad reducida. Nunca estuvo en el proyecto intervenir en la zona de vestuarios ni en otros rincones del pabellón, algo a lo que, al menos de forma verbal, se comprometió la concejalía de Deportes, sin que se haya acometido por el momento. Sí que intervinieron en el parqué hace un par de años.
Una temporada en blanco
Solo el Abanca Ademar presionó para regresar a la que considera «su casa» después de comprobar cómo se incumplían los plazos de finalización de la obra una y otra vez. El Ayuntamiento accedió en primer lugar a que disputase allí sus partidos de Liga y desde este año también a que pudieran entrenar. Pero el ya conocido como ‘Palacio de hielo’ hace imposible que ningún club desee volver. Lo que iban a ser cinco meses va camino de cobrarse toda la temporada.