Europa valora penalizar al Ayuntamiento

No, las obras de reforma energética del Palacio de Deportes tampoco estarán terminadas en marzo. Un nuevo plazo que se incumple —y ya van unos cuantos desde noviembre de 2023— sin que nadie dé explicaciones en el Ayuntamiento de León y con el silencio cómplice de casi todas las fuerzas políticas. La intervención, que debía haberse concluido hace cuatro meses, se ha acometido —en su gran mayoría— con fondos Next Generation llegados directamente de Europa y ahora, tras incumplirse una y otra vez los plazos, ya valoran reducir la aportación. En un primer momento ese recorte de la subvención podría oscilar entre los 80.000 y los 120.000 euros, según fuentes consultadas por este periódico. El coste total ronda los tres millones de euros.

Los problemas a la hora de ejecutar las obras del Palacio han sido una constante desde que se iniciaran los trabajos en junio del pasado año. Uno de ellos, quizá el más importante, es la gran cantidad de empresas subcontratadas para llevarlas a cabo. La última, sin ir más lejos, entró en concurso de acreedores justo cuando tenía el encargo de colocar los paneles de cristal de la parte trasera del pabellón municipal.

El pasado domingo, durante el partido que enfrentó al Ademar con el BM Cuenca, se podía ver cómo la zona del palco de autoridades así como la pared que cubre esa grada seguían sin concluirse, lo mismo que la parte alta de la bancada principal. El Ayuntamiento anunció en noviembre de 2023 que el Palacio estaría a pleno rendimiento en su interior para enero, pero poco se ha avanzado desde entonces.

Y más allá de la reforma en sí, lo que ha indignado al propio Ademar, a socios y aficionados del club es la ausencia de calefacción durante todo el invierno. La primera vez que se puso en marcha la caldera central fue hace dos fines de semana y el domingo 24 la primera en el caso de un partido del conjunto que preside Cayetano Franco.

De nuevo nadie explicó de forma pública cuál era el problema para no encender la calefacción. El frío en los partidos era tal —entre 6 y 8 grados como máximo— que se optó por colocar calefactores en uno de los fondos, una solución que no palió el ambiente gélido. Y de pronto, ya en este mes, el calor regresó al Palacio de Deportes en plena primavera.