La Cultural cocina la renovación de Llona
A falta de cinco jornadas para el final del campeonato de Liga regular, la idea es asentar el actual plan con independencia de que se juegue play off o no Natichu Alvarado valora el trabajo del técnico
La Cultural ya tiene apalabrada con Raúl Llona (Logroño, 1976) la continuidad como entrenador la próxima temporada. La jefa enviada por Aspire, Natichu Alvarado, cree que la renovación del técnico riojano es la única forma de asentar este proyecto deportivo que piensan que es el correcto en estos momentos para que disponga de una perseverancia y estabilidad necesarias para que lleguen los objetivos, fijados por la consejera ejecutiva fija en subir a Segunda División a medio plazo.
A falta de cinco jornadas para el final del campeonato de Liga regular, la idea es asentar el actual plan con independencia de que se juegue play off o no. Se asegura que el camino recorrido va por el rumbo deseado. De ahí que tras la renovación del director deportivo, José Manzanera, la siguiente pieza para seguir completando el puzzle culturalista de cara a la temporada 2024-2025 será la del entrenador Raúl Llona. Y por supuesto, tras la continuidad de Samanes por lesión, lo mismo se hará con Bañuz, además de otros jugadores que están en la mente de todos (Bicho, Barri, Martín Solar, Víctor García, Álvaro Martínez, Kevin Presa—estos dos últimos tienen firmado contrato hasta junio de 2025—...). Siempre con la presencia de otro afín a la causa expuesta por la propiedad más madrileña a las órdenes de Aspire en la figura de Antonio Martínez, que parece que ha desaparecido pero está, protegido por los que ha favorecido.
Llona, por su parte, se lamenta de la derrota encajada ante el Deportivo en Riazor con unas declaraciones muy de cara a la galería en momentos en los que se cuece dar oficialidad a su renovación: «Cuando pierdes por 2-0 es difícil sacar conclusiones positivas, pero sí que es verdad que el equipo tuvo esa identidad, en la que supimos manejar muchas partes del partido. Gestionamos muy bien el balón, teniendo en cuenta que jugábamos en el campo del líder, que llevaba una trayectoria intachable y con el peligro que tenían sus jugadores ofensivos. Todavía tenemos cinco finales y, aunque con esta derrota, se pueda ver la botella medio vacía, seguiremos dando la cara», concluye.
Una línea de Llona pensada, meditada y encaminada a la renovación, que parte del culturalismo celebra, pero a otro sector más crítico le asedian las dudas de un sistema de piñón fijo y que no impone otras direcciones cuando el partido precisa de cambios radicales.