Bayern 2 Real Madrid 2 Los dos goles del brasileño permiten a los blancos salir vivos del feudo alemán y encarar la vuelta en el Bernabéu con un resultado que invita a soñar con la final
Vinicius da alas al Real Madrid frente al Bayern
FÚTBOL | LIGA DE CAMPEONES
Partido de ida y vuelta
El Santiago Bernabéu tendrá la llave del billete a Wembley después de que Bayern de Múnich y Real Madrid ofreciesen un precioso intercambio de golpes en el Allianz Arena que dejó las espadas en todo lo alto (2-2).
El conjunto de Carlo Ancelotti superó un borrascoso inicio de partido y logró adelantarse gracias al ojo clínico de Kroos en el pase y la pausa en la definición del velocista Vinicius. Pero el Bayern, un gigante aún más peligroso si cabe cuando tiene herido el orgullo, consiguió reponerse en la segunda parte gracias a los ajustes tácticos orquestados por Thomas Tuchel y remontó el encuentro con goles de Sané y Harry Kane. Los bávaros, permisivos en defensa pero abrasivos en ataque, dispusieron incluso de un par de ocasiones para estirar la renta, pero perdonaron y el Madrid les pasó factura.
Vestía el Bayern piel de cordero, pero un minuto le bastó para recordar por qué siempre será uno de los grandes lobos del fútbol mundial. Sané se plantó ante Lunin tras una exquisita entrega de Harry Kane y el Real Madrid no tuvo más remedio que suplicar por otra heroicidad del cancerbero ucraniano, que respondió con la flema habitual sacando un gol que parecía cantado.
Errático, desangelado y desbordado por la presión alta del Bayern, el cuadro visitante pasó un primer cuarto de hora de extremo sometimiento, pero sobrevivió sin rasguños y comenzó a coger vuelo al dictado de Kroos. El metrónomo de Greifswald se incrustó entre los centrales para dar salida al Madrid, anestesió el empuje de su exequipo y cambió el guion del choque con su magisterio. Para cuando el Bayern empezaba a olfatear el peligro, el ‘8’ ya había desactivado a los locales sirviendo una asistencia monumental a Vinicius que el brasileño aprovechó para batir a Neuer en la primera razia digna de tal nombre por parte del bando de Ancelotti.
Acusó el golpe el Bayern, una escuadra con mandíbula de cristal cuya catastrófica temporada dentro de las fronteras germanas se explica, en buena medida, por los desajustes defensivos, pese a que Kane acarició el empate antes del descanso con un libre directo que se marchó fuera por milímetros.
Reconfiguró las tropas Tuchel tras el paso por vestuarios retirando a Goretzka y alistando a Guerreiro, lo que elevaba el tonelaje en la línea de tres cuartos pero exponía a Laimer en la sala de máquinas del Bayern.
Sostuvo el veterano arquero al Bayern antes de que Sané reviviese a los bávaros. El renano, a pierna cambiada, desbordó a Mendy antes de soltar un latigazo seco al palo corto ante el que nada pudo oponer Lunin. La diana venía a acreditar el acierto de Tuchel al permutar las posiciones de sus dos extremos, una decisión clave también en la jugada que puso enseguida al Bayern por delante. Esta vez fue Musiala quien trazó la diagonal antes de que Lucas Vázquez le hiciese un penalti al viejo amigo de la infancia de Bellingham que Kane transformó.
Movió ficha Ancelotti sacrificando a Nacho para insuflar energía al centro del campo del Real Madrid con la entrada de Camavinga, lo que hizo que Tchouaméni pasase a la retaguardia. Pese a ello, Kane estuvo cerca de penalizar de nuevo al Real Madrid. De ahí que Ancelotti interviniese otra vez, retirando a Kroos y a Bellingham para tratar de agitar el pleito con la guía de Modric y la electricidad de Brahim. Y en esas llegaba el penalti que transformaba Vinicius en el empate a dos.