Intensidad, disputas y juego directo
Pudimos ver un partido habitual en los finales de temporada. Por un lado, los leoneses aspirando y con expectativas de cara al play off de ascenso, y por el otro el equipo irundarra que está en una situación que nada tiene que ver con las expectativas iniciales de temporada. Todo esto se plasmó inequívocamente en el juego. El choque tuvo una intensidad muy alta y hubo numerosas acciones de disputas, duelos y segundas jugadas. Los de Llona entendieron perfectamente estos conceptos que el rival demandaba y supo mostrarse competitivo.
Además, supo atacar a un equipo situado en bloque bajo estructurado en 1-5-4-1 sin que ello supusiese reducir el ritmo propio de juego. Y es que desde el comienzo de partido el ritmo de juego fue alto, unidades de posesión cortas, verticalidad y constantes finalizaciones sumando a todo ese juego de disputa hicieron que el choque tuviese mucho desgaste.
Calderón y Víctor García un día más utilizaron la doble altura en la zona diestra para encontrar centros laterales en buenas situaciones. También en la izquierda con Aarón Rey y Álvaro encontraron espacios y asociaciones entre sí en la última parte del campo que dieron las mejores ocasiones en la primera parte, una en botas de Berto recibiendo en el espacio izquierdo en ruptura que no pudo controlar bien, y la siguiente de Barri tras recoger el rechace de otro centro lateral, ejecutando un gran disparo desde la frontal que se fue por poco.
En la segunda parte la entrada de Guillermo por Aarón produjo una modificación estructural. Los leoneses se situaban con dos delanteros en un 1-4-4-2 y con ello aumentaban la presencia en área con la idea de continuar llegando por fuera con centros laterales. Berto y Calderón se situaron en lado natural para facilitar dichas ejecuciones ofensivas. En una de estas acciones y tras un corte fallido del equipo de Irún, Escudero tuvo una de las mejores ocasiones, aunque su disparo golpeó en la pierna de un rival cuando se dirigía a la red.
El punto sabe a poco pero no es malo. Las sensaciones fueron buenas y también los locales tuvieron una de las mejores ocasiones de gol del partido en botas de Asier Benito tras recoger un balón directo en el área a la espalda de Rodri, que Amigo llegó a tiempo de solventar.