Al Palacio de Deportes de León sólo le faltaban las goteras para coronarse

Medio año de retraso, sin calefacción en los partidos del Abanca Ademar durante todo el invierno, la pérdida de parte de la subvención europea por no cumplir con los plazos, once meses desde que comenzaron las obras... y ahora también goteras en el interior. La reforma del Palacio de Deportes acumula casi cada día un despropósito nuevo sin que el Ayuntamiento de León dé explicaciones. Un serial que el pasado domingo, durante el encuentro de Liga entre los ademaristas y Torrelavega, rozó el bochorno cuando varios operarios de Protección Civil tuvieron que colocar vallas y cintas de señalización por algunos pasillos y zonas comunes a causa del agua que estaba entrando en una jornada donde la lluvia fue muy intensa en la capital.

La reforma energética y de aislamiento del Palacio —que incluye también pequeñas modificaciones en el palco o el cambio de la iluminación interior, entre otras— comenzó en junio de 2023 y, en un primer plazo, se firmó su entrega para el otoño, como tarde en noviembre. Un objetivo que nunca se cumplió. Como tampoco el segundo; para febrero de 2024 ni el de abril.

En estas últimas semanas ha habido avances a la hora de colocar los paneles de cristal de la fachada este. Pero en general solo hace falta darse una vuelta por los alrededores del pabellón municipal para darse de bruces con la cruda realidad. Los andamios cubren parte de las paredes, las placas aislantes aún no se han colocado en muchas zonas y el palco de autoridades sigue sin poderse utilizar.

Precisamente por no estar terminado el aislamiento del techo del Palacio se explica que el pasado domingo, debido a las persistentes lluvias, las goteras comenzaron a caer obligando a Protección Civil a actuar para que los aficionados que asistieron al partido del Ademar no sufrieran ningún percance.

Calefacción en mayo

Otro ‘expediente X’ sin respuesta oficial es por qué el Ayuntamiento no ha encendido la calefacción central del Palacio de Deportes en los meses de invierno. Después del correctivo público que recibieron del FC Barcelona a finales de 2023, desde el club que preside Cayetano Franco instaron al Consistorio a colocar, al menos, cañones de calor para paliar las gélidas temperaturas —entre seis y ocho grados— que han tenido que sufrir jugadores, cuerpos técnicos, trabajadores y aficionados.

Un Palacio rebautizado como de hielo debido a las corrientes que se forman dentro de la instalación, la ausencia de calefacción —los cañones no sirven de mucho— y las lonas que tapan la fachada principal. La tormenta perfecta. Pocos socios y aficionados entienden que después de sufrir las inclemencias del frío, al fin se encendiera la calefacción central en los meses de abril y mayo. El pasado domingo estaba funcionando, sin ir más lejos.

La subvención europea

La intervención en el Palacio de Deportes se sufraga, en su mayor parte, con fondos europeos. Se estima en 3 millones de euros, pero el constante incumplimiento de los plazos de finalización de la obra han hecho que Europa penalice al Ayuntamiento quitándole parte de los fondos. El propio concejal de Deportes, Vicente Canuria, reconoció que perderían fondos. «Lo sabíamos desde el principio porque las condiciones a cumplir eran muy estrictas», se justifica el edil hace justo un mes.