La Ponferradina dice adiós al sueño del ascenso (2-1)
No pudo ser. La Ponferradina cae eliminada por el Córdoba. No hubo milagro, no hubo remontada en un campo repleto, con el obstáculo tremendo de un gol local en la primera llegada de la tarde, apenas minuto 6, y aunque Borja Valle dio esperanzas con el empate a la hora de encuentro, en un final desagradable llegó el 2-1 en un penalti ya en el añadido que sepultó el sueño berciano, condenados los de Juanfran a otro añito en Primera RFEF. Bravura, toda, pero no bastó.
La Deportiva se veía obligada a pensar en los milagros en un ambiente electrizante desde la llegada del Córdoba al estadio, con miles de seguidores para recibirle que después atiborraron las gradas del Arcángel. Pero abajo, en el césped, eran once contra once y los de Ponferrada salieron valientes al rectángulo. Los de Juanfran pisaban campo adversario, pero la primera llegada del Córdoba fue un verdadero mazazo.
Balón en largo sobre Casas, quien se deshizo de Sibille con un toque bombeado enganchando una volea que superaba a Andrés Prieto. Se ponía la eliminatoria con un 2-0 en contra de los intereses bercianos, feo panorama. El equipo daba un paso adelante pero los locales se sentían cómodos bien replegados y buscando las contras.
Carlos Marín blocaba el primer intento de la Ponferradina, un disparo potente y lejano de Yeray Cabanzón. Tenía más pelota la Deportiva, pero los cordobeses defendían bien y en una contra, Casas cabeceaba alto prácticamente al paso por el cuarto de hora. Subía la Esedé sus líneas de presión y forzaban los de Juanfran centros y córners, con petición de penalti sobre Ernesto en un centro de Yeray donde el delantero se lanzó muy abajo en pos de un cabezazo imposible. Andújar era el siguiente en probar de nuevo con la testa a la salida de un córner, pero su testarazo se perdía desviado por línea de fondo. Rendirse no era un verbo a conjugar y Yeray trató de sorprender a propios y extraños en una falta lejana, con chut lejano cerca de la escuadra.
Eso sí, el Córdoba llevaba pólvora en cada peligro y un segundo tanto local de Zalazar era anulado por fuera de juego del delantero andaluz. Los minutos pasaban sin que nada sucediera cerca de las áreas hasta que a los 39 minutos el pase filtrado por arriba de Clavería lo remataba en carrera y de cabeza Ale Díez, saliendo el esférico alto.
Respondió el Córdoba en un buen remate de Casas a centro de Carracedo que blocaba con seguridad el guardameta Andrés Prieto, si bien el banderín arriba del asistente convertía en nula la jugada por evidente posición antirreglamentaria del delantero local. A los 43 minutos, en la enésima falta colgada por los bercianos al área, el mal rechace de la zaga del Córdoba lo empalmaba en carrera Igbekeme tropezando su chut en las piernas de Albarrán, si bien la pelota no iba camino de la meta de Carlos Marín.
Ya en la segunda parte, el primer aviso era para el Córdoba en un lanzamiento de falta de Kuki Zalazar que tropezaba en la barrera de la Ponferradina saliendo por línea de fondo. Remató Lapeña el córner pero su cabezazo salía desviado, nuevo aviso de los de Iván Ania. Sorprendían los locales de salida con un nuevo intento de Zalazar, y con Borja Valle echando una mano para sacar balones comprometidos del área propia.
Poco a poco iba adelantando líneas la Ponferradina y el Córdoba comenzaba a maniobrar con ese otro fútbol de picardías y pérdidas de tiempo. Yeray probaba a los diez minutos, desviado el primer disparo visitante de la reanudación.
Percutía la Deportiva y pasada la hora de encuentro llegaba el gol de la esperanza cuando una llegada por la izquierda con centro raso de Dacosta y despeje local lo empalmaba James Igbekeme por raso, un tiro no muy potente que enganchó en área chica Borja Valle para elevar el empate a uno al marcador. Faltaba sólo un golito para igualar la eliminatoria y todo se veía más posible y más cercano.
El Córdoba trataba de enfriar las ansias de remontada de la Deportiva a base de posesiones largas, moviendo con calma el cuero lejos del marco de Andrés Prieto. En una de las llegadas de los de Juanfran, el rechace de los andaluces lo empalmaba desde cerca Dacosta con un trallazo raso que se perdía no lejos del poste.
Pasaban los minutos y crecía el nerviosismo. Yuri de Souza entraba al campo en busca de ese embrujo goleador de las cuatro décadas de experiencia, pero en una contra lo que estaba a punto de llegar era el dos a cero, bien la defensa de la Ponferradina en el despeje. Comenzaban a caer fulminados los jugadores del Córdoba, verdad o mentira en esos calambres nunca podrá saberse, y el crono jugaba contra los intereses bercianos.
En un saque de esquina local, el cabezazo cruzado de Toril se perdía a centímetros del poste, y con el encuentro muy embarrado con nervios y tensión, una contra del Córdoba en la carrera de Simo acababa en penalti por presunto manotazo de Sibille / lipotimia del local. Kike Márquez ponía el 2-1, la celebración cogía tintes de provocación y se iban con roja al vestuario Yuri y el local Leiva por soltar manotazos. Triste epílogo, con varias llegadas de la Ponferradina subiendo Prieto al remate en varios balones colgados. De nada serviría. Eliminados.