Ríos con buenas jornadas de pesca
La temporada en las masas de agua de la provincia afronta un mes de junio en clave positiva que mantiene la tónica de las últimas semanas y apunta a muchos días felices
PESCA
La temporada de pesca en los ríos leoneses cumple dos meses y medio de actividad y lo hace con sensaciones bastante positivas para los miles de aficionados que caña, sedal y anzuelo en ristre están disfrutando de los más de 2.000 kilómetros de masas de agua. La provincia tiene esas cosas en las que además de la amplitud de escenarios se puede disfrutar de ese ancestral mano a mano entre el hombre y el pez, en este caso la trucha, la reina en los ríos leoneses.
El panorama ya se preveía en clave favorable. Los últimos años así lo han sido y este 2024 no iba a ser menos. Incluso mejor. Y los condicionantes han ayudado a que ese deseo apuntalado con dosis de realidad se haga presente en unos ríos que con diferentes peculiaridades han posibilitado muchos días de disfrute. Y todavía quedan por delante semanas e incluso meses para seguir aprovechando esa riqueza que en León emerge a través de la pesca.
Hasta el 31 de julio en los ríos de montaña o no regulados, con excepciones que van incluso al último día de agosto y el 15 de octubre en este último caso para los ríos regulados por embalse, la actividad de la pesca está ‘poblado’ los márgenes y también el interior de estas masas de agua que desde hace años también son un importante atractivo para aficionados procedentes de otros puntos de la geografía nacional.
En cuanto a los ríos de montaña en los que por el frío de sus aguas y también los caudales a veces algo bravos fue preciso esperar a unas semanas desde el inicio de la temporada en la provincia (30 de marzo)l se puede decir que las jornadas, salvo alguna excepción marcada por el apartado climático, han transcurrido a pleno rendimiento y disfrute de los pescadores. Luna, Omaña , Yuso, Duerna, Eria, Bernesga, Curueño, Torío..., están mostrando su mejor cara después de unas semanas en abril e incluso mayo mejorables. Ahora y en lo que resta de campaña este atractivo que representa para los pescadores las masas de agua de las zonas de montaña sin duda alguna no está en el olvido de los pescadores. El paisaje también ayuda.
En lo referido a los ríos regulados por embalse y con caudales cada vez más proclives a una buena jornada de pesca, el paso de los días ha llevado a que la actividad sea tan relevante como productiva. En este caso tanto para los amantes de la pesca con muerte como para los de sin muerte.
El Porma ofrece muchas posibilidades al igual que otro río sin duda alguna de los más demandados y que suma también cada año competiciones al más alto nivel, el Órbigo.
El Sil en el Bierzo es otro escenario recomendable dado que con el paso de los días ha mejorado en cuanto a sus condicionantes para una buena pesca. Y con truchas de un tamaño considerable. O lo que es lo mismo, de norte a su y de este a oeste la temporada no puede ser mejor en la provincia. Y que dure porque estos condicionantes apuntan a mantenerse en el tiempo.