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Inglaterra 2 Eslovaquia 1 Un gol de chilena del inglés en el añadido les salva de la eliminación

Dios salve a Bellingham

Bellingham y Kane fueron los héroes de la remontada inglesa ante Eslovaquia. CHRISTOPHER NEUNDORF

Publicado por
Iñaki Dufour
León

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Al borde de la eliminación, en la agonía, en el aparente último aliento de un ciclo, una chilena de Jude Bellingham forzó la prórroga en el minuto 95, un cabezazo de Harry Kane culminó la remontada a los 50 segundos del tiempo extra e Inglaterra resucitó de repente en la Eurocopa 2024 contra Eslovaquia (2-1), por fe, por ímpetu y por ambición, cuando percibió su destino hacia el abismo.

Un desenlace increíble cuando apenas quedaban un par de jugadas para el final, después de una hora y media de intrascendencia absoluta del media punta del Real Madrid, que apareció de la nada para vestirse de héroe salvador del equipo, directo a enfrentarse a Suiza en los cuartos de final del 6 de julio en Dusseldorf. Una hazaña. También un milagro, completado por Kane en cuanto el juego se repuso en marcha para media hora extra.

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Es un resurgir del conjunto inglés. Pero también un despertar. En ninguno de sus tres encuentros anteriores, incluso en una hora del choque de este domingo en los octavos de final, había demostrado nada de lo que sí puso de manifiesto después, cuando se vio contra las cuerdas, cuando se rebeló contra los sistemas, las estructuras y las tácticas, sin red a por el empate, renacido el equipo y Southgate. Por Bellingham y por Kane.

Cuando todo parecía perdido —además de un gol anulado a los ingleses— Jude apareció para enganchar una chilena y mandar el partido a la prórroga.

Realmente, hasta entonces, ni siquiera más allá después, Dubravka, el portero eslovaco, no hizo ninguna parada más que los córner directos que propagaron de vez en cuando la amenaza a balón parado sobre su portería. En una hora de partido. Necesitaba un giro Inglaterra. Lo buscó Southgate en Palmer, el habilidoso goleador del Chelsea esta temporada, al que no dio recorrido hasta el tercer encuentro. Pero fue más la ambición. Sin ataduras, sin nada que perder, fue de verdad Inglaterra. El último remate de Kane, el tiro lejano de Stones contra el poste... Y el gol de chilena de Bellingham, de repente, ya en el minuto 95, en un saque de banda que quizá Eslovaquia jamás debió conceder. Al borde del fracaso, para promover la prórroga en un ejercicio de supervivencia, ganador en esa vorágine con un testarazo fácil de Kane a los 50 segundos de la prórroga. Ya espera Suiza. Ha renacido Inglaterra, que terminó resguardado en su área.