Ciclismo
Un sueño sobre ruedas entre El Ejido y Canadá
Álvaro Sánchez se fue de León a Whistler para seguir su aspiración
Suma dos victorias en el Torneo de descenso
El ciclismo es un deporte pasional para muchos de los deportistas que lo ejercen cada día. En carretera o en la montaña. Algunos, incluso, están dispuestos a sacrificar la placidez de su día a día junto a su familia y amigos para atravesar todo el globo terráqueo con una maleta y el único objetivo de disfrutar de este ejercicio en los lugares más prestigiosos del mundo. Este es el caso de Álvaro Sánchez, un joven criado en El Ejido que, con 19 años, decidió irse a Whistler, Canadá, con la principal ilusión de seguir desarrollándose y hacerse un hueco entre los ciclistas más destacados en uno de los ‘bike park’ más importantes a nivel mundial. A pesar de su idea principal de quedarse un año allí y regresar a España, son ya siete los aniversarios que ha celebrado en la denominada British Columbia y ha querido sincerarse en el Diario de León sobre su estancia y desarrollo allí.
Desde que era un niño, Álvaro se crió montado en una bicicleta y empezó a competir a nivel local en la Escuela de Ciclismo de León, allá por el año 2008. Durante años, fue superando retos y pasando por diferentes equipos de Zamora o Bembibre, entre otros. Tras probarse a nivel profesional en 2016 en España y darse cuenta de que su inquietud le obligaba a buscar nuevos retos, investigó y conoció el estado canadiense, junto a sus impresionantes lugares para desarrollar el ciclismo de montaña. Con una valentía asombrosa para su temprana mayoría de edad, el leonés preparó las maletas y se fue a vivir una nueva aventura.
Tras más de siete años afincado allí, el español ha conseguido hacerse un hueco entre los ciclistas más importantes en la categoría de enduro. A sus espaldas, suma múltiples campeonatos en los que ha logrado rendir al más alto nivel. El más reciente es el campeonato local de descenso, donde se disputan ocho carreras de manera semanal y ya ha podido imponerse en dos de ellas, obteniendo la mejore marca. Todos estos torneos le servirán para llegar preparado al que, para él, es el plato más fuerte. El Crankworx, torneo a nivel mundial que cuenta con varias sedes, es una de las competiciones más llamativas en torno al ciclismo de montaña y, tras pasar por lugares como Australia, Nueva Zelanda y Austria, tendrá su culmen en Whistler, donde Álvaro intentará sacar a relucir su mejor versión y seguir superando sus marcas.
El cambio de vida es drástico, como no podía ser de otra manera tratándose de una distancia superior a los 8000 kilómetros. Sin embargo, Álvaro cuenta a este diario su «capacidad para desarrollar habilidades sociales», que le ha ayudado en la creación de su nueva vida en Canadá, aunque reconoce que lo más complicado ha sido el idioma: «está bien lo que aprendemos en el colegio, pero es muy diferente cuando llegas aquí y tienes que desenvolverte». También reconoce la dificultad a nivel sentimental con el paso de los años, después de estar estabilizado y de que se vaya difuminando la locura que llevó a Álvaro a la otra punta del mundo: «Es duro estar tan lejos de casa. Al final, cuando te estabilizas, vas apreciando más cosas que con 19 años todavía no piensas y echas de menos a tu familia». A pesar de la dureza de alejarte de tu entorno habitual, el joven leonés reconoce que «la calidad de vida es muy buena en Whistler».
Por encima de cualquier dificultad a lo largo de su recorrido, el leonés concluye dejando claro que sigue «viviendo un sueño» y «preocupándose por poder crecer como persona día tras día».