Bellingham: «España juega de maravilla, pero esto es una final»
Eran las 16.05 horas en Blankenhain cuando, en el castillo del siglo XII que hace de centro de prensa de Inglaterra en esta Eurocopa, aparecía Ollie Watkins, el héroe de Inglaterra en la semifinal contra Países Bajos. Undécima y última rueda de prensa de los ‘pross’ en este bucólico lugar, en el que nunca ha aparecido Bellingham, más protagonista en los pospartidos que en las previas. Salvo giro de guion inesperado, tampoco comparecerá junto a Southgate en Berlín. Kane volverá a ser la pareja de baile del seleccionador en la rueda de prensa oficial.
Así que Bellingham ha ocupado sus días previos a la final en hacer lo mismo que durante el resto del torneo: hablar sobre el campo. Ese desafiante «who else?» que soltó por su boca tras su salvadora chilena ante Eslovaquia resume su paso por Alemania: «Ha hablado de la presión que supone vestir la camiseta de un país que inventó el fútbol y lleva 58 años sin ganar nada, pero realmente no lo siente así. Está jugando con los medios y con los aficionados. A él no le afectan las críticas», explican un grupo de periodistas ingleses que han seguido el día a día de su selección en Alemania.
Mucho ha cambiado la vida de Bellingham desde que hace año y medio jugara su primer gran torneo con los ‘pross’. Del Mundial de Catar se marchó con un gol y buenas actuaciones, aunque como el resto de Inglaterra fue de más a menos, algo parecido a lo que le está pasando en Alemania, pero con matices. E importantes. El más relevante, es que a pesar del mal juego Inglaterra está en su segunda final consecutiva de Eurocopa: «Lo que ha pasado en este torneo nos une como equipo y como familia y es el aprendizaje que nos llevamos a la final», explica.
Bellingham está al límite. Después de la semifinal confesó que no hubiera tenido gasolina para jugar otra prórroga, como ya sucedió en octavos y cuartos, cansancio que se ha notado en su rendimiento sobre el campo, salpimentado con dos goles absolutamente decisivos para que Inglaterra esté donde esté. A un paso de ganar su primera Eurocopa, con permiso de España: «Ellos han jugado de maravilla, pero es un partido y es una final», dice Jude.