Atletismo | Obituario
Mariano Haro, adiós a un mito del deporte
El gran pionero del atletismo español fallece a los 84 años y con un palmarés enorme en el que faltó la medalla olímpica con la que soñó en Múnich 72'
El atletismo español se ha quedado huérfano en este 2024 de sus pioneros, dos leyendas que abrieron el camino internacional en una época complicada. Si el 2 de enero fallecía la doble campeona del mundo Carmen Valero, esta madrugada ha muerto Mariano Haro, el 'León de Becerril', el palentino que fue cuatro veces subcampeón del mundo y cuarto en los Juegos Olímpicos de Múnich 72. El día en el que arrancan los Juegos de París, el pionero que estuvo a punto de subirse al podio en aquella final de 10.000 en tierras alemanas en la que la gloria se le escapó en la última vuelta. Una complicación en la diabetes que padecía ha acabado con su vida a los 84 años tras ser ingresado muy grave en el Hospital Río Carrión de Palencia.
Mariano Haro es uno de esos ejemplos de nombres que van más allá de su deporte y su época, quedando registrado como uno de los grandes deportistas españoles de la historia. Pasan las décadas, cambian las generaciones, pero al pronunciar su nombre siempre hay un sentimiento de admiración y respeto. Él fue uno de esos pioneros del deporte español, al estilo de Federico Martín Bahamontes, Manolo Santana, Ángel Nieto, Carmen Valero y Severiano Ballesteros, que se hicieron un hueco en la élite mundial sin apenas medios, gracias al talento natural que poseían.
Su palmarés abruma. A lo largo de su dilatada carrera, que le llevó a ser uno de los mejores fondistas de todos los tiempos, Mariano Haro acumuló 27 títulos nacionales, a la vez que fue cuatro veces subcampeón del mundo de cross y cuarto en los 10.000 metros en esos Juegos Olímpicos de Múnich 72. Su gran pena y un recuerdo que mantiene fresco pese al paso de los años, como si hubiera sucedido ayer. "Lasse Viren me ganó dopado. Salí dispuesto a llevarme una medalla. Tiré tan fuerte que me dolían los músculos. Fui cuarto con la quinta mejor marca de todos los tiempos. Viren se llevó el oro, la gloria y el dinero, y eso no se puede consentir. No se puede aguantar que el listo de turno machaque al competidor que se sacrifica, que entrena tres veces al día y no puede pasar del tercer o cuarto puesto", recordaba en una entrevista con este periódico durante una visita a los 10 kilómetros de Laredo, una prueba en la que era habitual verle.
A Mariano Haro nunca se le olvidó aquel episodio en Alemania donde parecía destinado a lograr la primera medalla olímpica del atletismo español. El atleta palentino era todo carácter, y a base de trabajo y esfuerzo llegó a codearse con los mejores fondistas del mundo. Pese a nacer en Valladolid, Haro siempre se consideró palentino, ya que a los seis meses su familia se trasladó a Becerril de Campos, donde siempre residió y localidad en la que llegó a ser alcalde, además de contar con su propia carrera a modo de homenaje, los 10 kilómetros de Mariano Haro.
Su afición al atletismo le vino de familia, ya que su padre también corría y llegó a ser campeón castellano. Sus primeros entrenamientos los hizo para ir al trabajo, ya que para ejercer de albañil Mariano tenía que recorrer 15 kilómetros hasta la localidad vecina de Monzón de Campos, y muchas veces lo hacía corriendo.
Un palmarés de lujo No tardó mucho en comenzar a despuntar. En 1962 ganó el campeonato de España de cross en La Coruña, un título que logró en 11 ocasiones a lo largo de su carrera. Aquel atleta del que se decía que empezó a correr por un bocadillo y un pollo de premio pronto fue el mejor fondista español, el atleta de referencia de cara a las grandes competiciones. Siempre daba la cara, nunca se escondía, y sólo su escasa velocidad le impidió tener un palmarés más brillante. Durante cuatro años se quedó a las puertas del triunfo que con más empeño persiguió, el de campeón del mundo de cross. Fue segundo en Cambridge'72, Warengem'73, Monza'74 y Rabat'75. Siempre había alguien que aparecía para llevarse la gloria, un atleta más rápido, más en forma... y Haro acumuló hasta cinco podios en la especialidad que mejor se adecuaba a sus cualidades, la de un atleta con mucha fuerza para desplegarse sobre el barro.
Fueron sus momentos de máximo esplendor, aunque alargó su carrera deportiva hasta 1981. Su último gran triunfo fue el Nacional de campo a través que ganó en 1977, cuando cumplió 37 años. En total estuvo dos décadas en activo. "Gané mi primera carrera en 1959 con 19 años. En 1961 debuté en el cross de Nantes y comencé a correr en pista. En 1962 salté de junior a senior e hice el doblete en 5.000 y 10.000 metros en el campeonato de España de cross que se disputó en Galicia. Desde entonces y hasta mi retirada en 1981 estuve más de veinte años en el candelero y logré 27 títulos de campeón de España. Ahora los atletas no aguantan tanto tiempo en activo", explicaba con su habitual naturalidad el 'León de Becerril'.
En aquellos tiempos, Haro fue uno de los impulsores para que los premios en competiciones fueran en metálico, y no en regalos como era costumbre. "Eran tiempos duros y no había dinero. Ahora nadie se mata por una lavadora o por una nevera, como recuerdo que me dieron tras ganar en San Sebastián. Teníamos que vender los regalos para ir viviendo. Luego todo cambió y mi techo estuvo en las 60.000 pesetas (un obrero ganaba 20.000) que me pagaron en 1970, en Elgoibar -cita que ganó en cinco ocasiones y que ha rendido un sentido homenaje en sus redes- y Amorebieta", las citas más importantes en el panorama del campo a través en España en aquellos tiempos.
Una cifra que hoy podría ser muy diferente, como reconoció a este periódico. "Ahora Mariano Haro podría valer más de 12 millones de euros", recordaba con una sonrisa. Tras ser deportista, empresario -tuvo una marca de ropa deportiva- y político -fue 24 años alcalde de Becerril-, Haro se dedicó a disfrutar de la vida y del tiempo libre en su lugar de residencia. "Me dedico a cazar y pescar. A disfrutar de la naturaleza de Palencia". En los últimos años, con la salud delicada, el mítico corredor se dejaba ver poco y esta madrugada, a los 84 años, ha dejado más huérfano que nunca al atletismo español, que tratará de homenajearle en París de la mejor forma posible, con medallas y grandes marcas para honrar al gran pionero junto a la también inolvidable Carmen Valero, la primera atleta olímpica del atletismo español.