Nadal pierde a lo Nadal
Cae ante Novak Djokovic por 6-1 y 6-4 y se despide del torneo individual olímpico con un homenaje de una Chatrier rendida
Rafael Nadal firmó su despedida de París. Su adiós olímpico en el cuadro individual y, posiblemente, su final competitivo, superado por el tipo con el que ha mantenido la mayor rivalidad que se recuerda en el mundo de la raqueta, el serbio Novak Djokovic, que aprovechó su mejor situación física y su adecuado rodaje aún en las pistas para sellar, sin paliativos, sin concesión, en el territorio natural del español, una ansiada victoria, por 6-1 y 6-4 que le asienta en París 2024.
Fue el trigésimo primer triunfo del serbio ante el español en los cara a cara que han mantenido a lo largo de la historia. Pero el más doloroso. Nadal ganó en veintinueve. El treinta nunca estuvo cerca. Alivia esta contundente victoria las cuentas pendientes en arcilla, en la Phillipe Chatrier, del balcánico, que se quedó con el regusto amargo del partido que perdió hace algo más de dos años, en el Roland Garros del 2022, en la última cita hasta ahora entre ambos y que llevó al balear a la conquista de su último título del Grand Slam.
Estuvo a la altura el público de París, que a lo largo del juego intentó reanimar a una leyenda que ha hecho suya. Ganador catorce veces sobre la arcilla francesa, se resistió el gentío a que Nadal tuviera un final así. Un adiós que llega como algo natural. Pero fue desgarrador por momentos el panorama. Un Nadal sin opción, sin argumentos y sin fuerzas. En manos y al antojo de su mayor rival.
El atisbo de reacción del segundo set, cuando mantuvo el tipo con 4-4, fue un espejismo, una ilusión que dignificó el talante del español siempre de cara al partido, de pie, a pesar de la autoridad que desplegaba con su juego el serbio y las distancias patentes sobre la tierra de París. Fue un regalo de los Juegos este clásico, un choque que no hace mucho se disputaba para definir un título, una final y que esta vez solo sirvió para acceder a tercera ronda. Lo logró Djokovic con una autoridad que le acerca al objetivo. A ganar el oro olímpico que falta en su palmarés. A formar parte de los elegidos que presumen del ‘golden slam’. De ponerse a la altura de Andre Agassi, Steffi Graf, el propio Nadal y Serena Williams.
Rafael Nadal reconoció que la derrota encajada ante el serbio Novak Djokovic fue «dura de aceptar por la forma. A continuación, el tenista balear afirmó: «Cuando terminen los Juegos tomaré las decisiones que tenga que tomar».