Balance final
España suma una medalla más que en Río o en Tokio, pero falla en su objetivo de superar las 22 de Barcelona
España llegaba a París con el objetivo de superar de una vez por todas las 22 medallas de Barcelona 1992. Invitaba a ese optimismo el buen rendimiento de los deportistas durante todo el ciclo olímpico, cargados de títulos mundiales y continentales. También la altísima cifra de deportistas y el gran porcentaje de especialidades cubiertas, así como el número de equipos clasificados. A la hora de la verdad faltaron cinco para lograrlo, por lo que el primer análisis invita a pensar que el resultado global de la delegación no es el deseado.
Las 18 medallas logradas se quedan a la altura de lo obtenido en Río 2016 y Tokio 2020. Es un metal más que en aquellas dos citas, pero la calidad baja, por ejemplo, respecto a lo que se logró en Brasil, donde hubo siete oros por los cinco de ahora. El deporte español se mantiene estable, decimoquinta en el medallero, decimotercera si se tiene en cuenta la cifra total de preseas.
De lo que hay por delante, solo se sale del guion previsto la sorprendente Uzbekistán (ocho oros y trece medallas en total, todas ellas en deportes de combate y halterofilia).