Fútbol | Primera Federación
La Deportiva se encomienda a la Virgen de la Encina
La entidad berciana comandada por el presidente José Fernández Nieto ofrece la habitual ofrenda floral a la patrona de la comarca | Primer año que afrontan los blanquiazules sin Yuri como jugador
En busca del ascenso
Como viene marcando la historia cada año, la SD Ponferradina realizó este martes la tradicional ofrenda floral a la Virgen de la Encina, patrona de Ponferrada y de El Bierzo, además de la posterior visita al convento de las Madres Concepcionistas de la Calle del Reloj. Es una tradición cumplida por la gran mayoría de los clubes de España, que, antes de empezar a competir, visitan a la patrona de su ciudad en busca de obtener la mayor fortuna posteriormente en el terreno de juego.
Esta visita tiene como objetivo encomendarse a la ayuda divina para que guíe a la plantilla, a su cuerpo técnico y a la directiva durante la temporada, evitando problemas que azoten a los futbolistas como las lesiones y aportando suerte en la lucha por los objetivos marcados. En el caso de la Deportiva, un año más, las peticiones tuvieron como denominador común el ansiado regreso a la Segunda División, aunque esta vez lo hicieron por primera vez sin la figura de Yuri como capitán general. Desde que el club cayó del fútbol profesional, la entidad y los aficionados siguen en la lucha por volver y, un año más, los bercianos quieren estar en la zona alta de la tabla clasificatoria para acercarse a esta meta.
Como viene siendo habitual cada año, Borja Valle, representante de la plantilla, brindó a la Virgen de la Encina un ramo de flores y una camiseta de la entidad como muestra de agradecimiento y gratitud hacia la patrona de la entidad.
Una vez concluido el acto, los jugadores, técnicos y dirigentes visitaron también a las Madres Concepcionistas del convento de la Calle del Reloj. Allí, ante la llegada de nuevas incorporaciones de cara a esta, el presidente, José Fernández Nieto, presentó a los nuevos fichajes en la que su primera visita a la patrona de la ciudad y, posteriormente, al convento de las monjas de clausura.