Los clubes ‘exiliados’ regresan al Palacio de Deportes

Después de su particular éxodo por diferentes pabellones de la capital —y algunos como el Ademar o el Cleba también de la provincia— los principales clubes han vuelto a Palacio de Deportes de León que, tras más de un año desde que se iniciaran las obras de reforma y nueve meses de retraso sobre la fecha de entrega prevista en un primer momento, encara su última fase. Tanto los equipos de balonmano como el BF León y la Cultural de baloncesto ya pueden entrenar y disputar sus partidos de Liga como locales en su feudo habitual.

San Esteban, Hansi, Ventas Oeste, CHF, Villacelama e incluso Astorga se convirtieron el curso pasado en improvisadas sedes mientras el Palacio se sometía a una reforma energética que debería estar lista al cien por cien este próximo mes de septiembre. El Ademar fue la única entidad deportiva que sí terminó por recuperar ‘su casa’ a lo largo de la 2023-24, aunque fuera en mitad de las obras, sin calefacción en los peores meses del invierno y con suciedad en la pista, entre otros inconvenientes. También volvió fugazmente la Cultural en las últimas jornadas.

Más allá del trastorno deportivo, verse fuera del principal pabellón municipal leonés también ha provocado importantes pérdidas de ingresos por taquilla a los equipos. En casos como el del Ademar el Ayuntamiento sí incluyó una partida extra para paliar ese daño colateral. Del resto no ha trascendido si también contarán con ayudas. Sea como fuere, los cuatro clubes coinciden en que es «una gran noticia» haber recuperado la normalidad ya desde pretemporada.

A lo largo del próximo mes las diferentes competiciones oficiales alzarán el telón a la 2024-25, una temporada ilusionante para todos en la que esperan contar con el público habitual y otros nuevos espectadores a los que les resulte más atractivo acudir a los partidos en el Palacio. Todavía se están realizando trabajos —la mayor parte de ellos en la fachada principal y la trasera del pabellón, pero su nuevo aspecto exterior ya luce casi al cien por cien.

El Palacio apenas ha variado en su interior, porque en todo momento la reforma se pensó para mejorar la eficiencia energética. Se ha sufragado en su mayor parte con fondos Next Generation llegados de Europa.