Alba García Falagán, paramesa de bronce en París

Alba García Falagán compartió una parte de su éxito en los Juegos Paralímpicos de París en Santa María del Páramo.

La localidad de ascendencia de esta atleta invidente que se colgaba la medalla de bronce en París hace apenas unas fechas, vivió un día grande con una deportista que apenas aterrizada de la capital gala hacía parada en la localidad paramesa para celebrar junto a sus familiares un logro al alcance de pocos. Con 22 años y considerada como una de las atletas más relevantes del deporte paralímpico español, Alba recorría las calles de la localidad haciendo parada precisamente con su medalla en el Casino de Santa María en el que trabajó su bisabuela Claudia y donde aún es recordada por su carácter afable y siempre feliz. También sus abuelos Jacinto y Maruja y una familia orgullosa al igual que la localidad paramesa de compartir un día muy especial con toda una medallista olímpica. Su presencia no pasó desapercibida para muchos que no quisieron perder la oportunidad de saludarla e incluso hacerse una foto con ella.

Alba García Falagán, afincada en Alcalá de Henares donde estudia Fisioterapia con una beca en su último grado a cargo de ‘Becas Fundación Iberdrola España’ dentro del Plan ADOP, lograba la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos con un mejor salto de 4,76 metros en la clase T11 de discapacitados visuales

Alba García padece una discapacidad visual desde pequeña. A los cuatro meses la diagnosticaron una enfermedad genética que afectaba a la visión, amaurosis congénita de Leber.

La atleta de ascendencia paramesa llegó a París con una marca personal de 4,82 metros que en el Estadio de Francia, en una jornada lluviosa, no pudo superar. No le hizo falta porque con 4,76, en su primer intento, saltó hasta el bronce, aventajando a la italiana Arjola Dedaj. La ganadora fue la uzbeca Asila Mirzayorova.