El Ademar sigue de dulce y vence al Villa de Aranda
Dos de dos en Liga para el Abanca Ademar. Sí, queda mucho margen de mejora, faltan piezas clave aún en la enfermería y mayor conexión entre los nuevos. Pero este equipo tiene alma, sabe a lo que juega y, por ahora, no le está pasando factura su descarada juventud (30-25). Enfrente estuvo un Villa de Aranda tan peligroso como inexperto que pareció muerto al minuto 10, pero que resucitaba a tiempo para plantar cara. Eso sí, el triunfo nunca corrió peligro para los ademaristas.
Márquez se vio obligado a parar el choque en el minuto 9 (5-2) porque la buena puesta en escena de los suyos se estaba diluyendo demasiado pronto, justo lo que tardaron Edu y Adri Fernández en entonarse. El Ademar, ahora sí, transitaba con velocidad y espacios suficientes para abrir una brecha más que importante cuando apenas habían transcurrido 11 minutos (7-2). La mala noticia fue la lesión Popovic en una acción ofensiva que le dejó k.o. Problemas serios para Gordo en la posición del pivote con Rozada también fuera de juego.
Saeid rozó el sobresaliente en un primer tiempo marcado por la enorme superioridad marista, el reparto constante de minutos de Gordo a los suyos y la solvencia de Darío y Carlos en los extremos. En 18 minutos, los arandinos solo fueron capaces de anotar dos tantos (10-2). Sin embargo, el más que necesario segundo tiempo muerto solicitado por el técnico visitante terminó con un parcial de 0-4. Dani Gordo hizo lo propio para cortar la racha no preocupante para el marcador, pero sí para recuperar sensaciones. Malos momentos para el Ademar en el tramo final (12-7, minuto 23).
Villa de Aranda se encomendó a Dalmau para revolucionar su ataque y funcionó (16-12) y choque nuevo antes del paso por vestuarios.
La segunda mitad comenzó con cambio en la portería del Ademar, una defensa más solvente y la clarividencia de Adri en la dirección. Y así, más serios e intensos, los leoneses volvieron a poner seis goles de distancia (20-14, minuto 35). Pedía Gordo tranquilidad a los suyos desde el banquillo para evitar un correcalles que no les vino bien en el primer acto y de paso adormecer a un rival correoso que no bajaba los brazos. Tremendo, por cierto, el esfuerzo de Alberto Martín en el pivote sin recambio natural por las lesiones.
"Sí se puede", gritaban los cerca de 50 seguidores del Villa de Aranda que dieron color y ambiente de balonmano al Palacio. El cansancio de ambos equipos empezó a notarse mediada la segunda mitad y la claridad de ideas a la hora de anotar perjudicó a un Ademar que no terminaba de dar el golpe definitivo, mérito también, del rival (24-20, minuto 49).
Tiempo para que la veteranía de Rodrigo Pérez diese un plus al cuadro local, bastante falto de ideas y con un Villa de Aranda a la espera del más mínimo resquicio para sacar algo positivo de su visita a León. Sería Alberto Martín quien con un gol y una posterior acción para forzar falta en ataque quien decantaba prácticamente la balanza (29-24, minuto 27).
Victoria leonesa (30-25) y semana de descanso que no viene mal para recuperar lesionados. A ver Popovic qué tiene y si Lodos no tiene nada grave.