Rugby
DIEGO VIDAL SOUSA. JUGADOR LEONÉS DEL ALCOBENDAS E INTERNACIONAL CON BRASIL
«Sueño con poder ganar la Liga y si todo se da bien jugar con España»
Diego Vidal Sousa lleva el rugby por bandera. En su día fue una vía de escape para tratar una depresión y siete años más tarde es una parte importante de su vida. Nacido en Puente Domingo Flórez e internacional desde 2022 con Brasil, en la actualidad milita en uno de los equipos aspirantes a luchar por el título de Liga en España. Y quien sabe si también el próximo año puede vestir la camiseta del XV del León. Otro de sus grandes sueños.
—En menos de una semana empieza la Liga, la segunda temporada para ti en el Alcobendas, un equipo que se ha reforzado para luchar por el título.
—Será mi segundo año en el equipo y espero que las alegrías sean muchas. La pasada Liga ya hicimos un papel destacado y ahora, con los refuerzos, creo que aspiramos a más. Para mí sería un sueño. Ser campeón en mi país.
—Otro tal vez jugar con la selección española, el XV del León.
—Sería maravilloso. Pero hay que ir paso a paso. Siempre te gusta poder defender a tu país en este caso en el deporte.
—Aunque al menos habrá que esperar un poco.
—Sí. En su día se me presentó la oportunidad de jugar con Brasil (su madre es de esa nacionalidad) y acepté. Incluso jugué en una franquicia de allí. Pero luego se me presentó la oportunidad de jugar en España y no la desaproveché. Y eso podría abrirme las puertas de la selección. Pero ante todo lo importante es el día a día, hacerlo lo mejor posible en mi club y demostrar que puedo vestir la camiseta de España.
—El rugby ha sido y es para ti una fuente de vida.
—Sin duda. Empecé a practicarlo por mi hermano y como terapia para superar unos momentos malos que a veces te da la vida. Fue una tabla de salvación muy importante que a partir de ahí me ha dado muchas cosas buenas. Y que se ha convertido en una forma de vida, un aliciente para superar los obstáculos.
—Veterinario de carrera, ¿como se compatibiliza con el rugby?
—A día de hoy no es fácil, pero sí se puede llevar bien. Yo soy jugador de rugby en un equipo como el Alcobendas que aspira a lo máximo y con el que entreno cada día. Se puede decir que durante nueve meses o más al año es mi casa. Pero también disfruto como veterinario. Por eso trato de que durante e día pueda hacer ambas cosas. Por la mañana entreno unas dos horas y media y por la tarde parecido. Luego por la noche me dedico a ejercer de veterinario en urgencias y también algún fin de semana que pueda tener libre. Soy consciente que los días tienen 24 horas pero también que estas dos pasiones en mi vida son perfectamente compatibles.
—Con 27 años se puede decir que te encuentras en el mejor momento en cuanto al rugby se refiere a nivel deportivo pero también anímico.
—Sin duda. Y creo que todavía me queda bastante recorrido por delante. En mi posición, la de talonador, se puede decir que todavía soy joven. Me quedan cosas por aprender y también mejorar. Y en eso estoy. Además en un club como el Alcobendas con jugadores muy buenos que han sido o son internacionales. A su lado además de disfrutar como jugador, también se aprende.
—Has llegado a un escalafón importante dentro del rugby, pero antes de probar con el balón oval lo hiciste en el fútbol.
—Fue cuando empecé la Universidad. Era el año 2017. Uno de mis hermanos que tiene un año más que yo me apuntó al León Rugby. En ese momento el rugby fue una importante vía de escape a nivel mental para mí. Nada menos que me ayudó a superar la depresión y la ansiedad. Estaba pasando unos malos momentos y me ayudó a cambiar de camino y labrarme el más adecuado. Dejé la Universidad de Salamanca y me matriculé en la de León. No puedo olvidarme de todo lo que ha pasado hasta llegar a donde estoy ahora. Pero aún me queda camino por recorrer. Y espero que sea incluso mejor de lo que he disfrutado hasta ahora.