Lille 1 Real Madrid 0 Un penalti de Camavinga en el tramo final de la primera parte convertido por David tumba la racha de imbatibilidad de los blancos
El Real Madrid se atasca ante el Lille
Después de encadenar 36 partidos oficiales sin conocer la derrota, el Real Madrid hincó la rodilla en Lille (1-0) y echó su primer borrón en la nueva Champions.
Anárquico y falto de tensión en la primera parte, el conjunto de Ancelotti se vio sobrepasado por los dogos, que se adelantaron justo antes del descanso gracias a un imprudente penalti de Camavinga que ejecutó con maestría Jonathan David y supieron resistir a vuelta de vestuarios las intentonas sin brújula de un rival que se vio presa de la ansiedad y cayó en la precipitación.
Ni la aparición de Mbappé con más de media hora por delante sirvió para reactivar a los blancos, que persiguieron sombras durante casi todo el partido y coleccionaron amarillas que resumieron la impotencia de una escuadra que careció de juego y solo amenazó en la recta final, cuando se lanzó a la desesperada en busca del empate sin conseguir herir a un Lille que le superó de principio a fin en ideas, intención y ambición para asestarle una merecida derrota que agudiza las dudas que arroja el Real Madrid en este gris inicio de temporada.
Al margen del obligado relevo en la portería, donde Lunin suplió la baja por lesión de Courtois, el técnico del Real Madrid sacó del once a Modric para habilitar el estreno esta temporada de un desafortunado Camavinga y reservó también de entrada a Rodrygo a fin de conceder su primera oportunidad de inicio a Endrick.
Salió con enorme determinación el Lille, uno de los equipos con mejores registros de posesión en las grandes ligas. Ataca sin reparos y sometió a un buen test de estrés al Real Madrid. Avisó Jonathan David, estupendo delantero canadiense que exigió una fenomenal doble intervención de Lunin. Habían probado fortuna para entonces Vinicius y Endrick, pero lo cierto es que a los blancos les faltaba actividad en la medular.
Prevalece un sentido de agitación permanente en este Real Madrid carente de un director de orquesta que afine la partitura, lo que deriva en notas discordantes y un juego inconexo. Volvió a jugar con fuego ante los dogos en la primera parte hasta que una imprudencia de Camavinga en la defensa de una acción a balón parado acabó quemándole con un penalti que Jonathan David transformo para adelantar al Lille al borde del descanso.
Persiguió Ancelotti mayor profundidad por el carril izquierdo con la entrada de Fran García tras el intermedio, aunque el principal déficit del Real Madrid radicaba en la ausencia de un vector creativo en la sala de máquinas. Cedió mando el Lille frente a un rival con mejor espíritu pero el mismo desorden, consciente de que podía tener su oportunidad de doblar la renta a la contra. Pudo hacerlo Zhegrova con un disparo esquinado que se marchó por poco, antes de que Carletto interviniese a fondo al dar entrada a Modric y Mbappé.
Retrasó su posición al eje de la zaga Tchouaméni en un intento de que el Real Madrid ganase cuerpo en el centro del campo, dispusiese de la brújula que tanto echaba en falta y elevase su capacidad intimidatoria. No le quedaba otro remedio que arriesgar al Real Madrid. Probó Carvajal con un remate de cabeza en posición forzada y tuvo sobre todo el empate en un par de testarazos de Arda Güler, un remate con el pecho de Bellingham y otro cabezazo de Rüdiger. Intentos que fueron baldíos.
Sólo al final
El ucraniano Andriy Lunin, guardameta del Real Madrid, reconoció que «faltó agresividad, creatividad y luchar un poco más» en la primera parte de un partido de Liga de Campeones contra el Lille. «Es difícil analizar justo después, pero faltó algo de agresividad, creatividad, luchar un poco más… En la segunda parte hemos tenido más ganas, pero en la primera parte estuvimos peor. Siempre queremos ganar. Sabemos qué colores defendemos. Pero no pasa nada. Hay que seguir trabajando y preparar el siguiente partido para seguir en nuestra línea».