Hace 20 años León disfrutó de Rafa Nadal. Lo hizo en un Palacio de Deportes que abrió de par en par las puertas a un jugador que llegaba con apenas 18 años y que precisamente un año más tarde, en 2005, se alzaba con su primer Roland Garros, la Copa de Mosqueteros que lleva grabado su nombre nada menos que 14 ocasiones.
León puede presumir de haber disfrutado de un jugador único, del integrante de un ‘Big Three’ junto a Federer y Djokovic que ha hecho más grande al deporte de la raqueta. A pesar de su juventud el manacorí llegaba al Masters Ciudad de León como un jugador emergente, un talento en todos los sentidos que empezaba a escribir con letras de oro una leyenda, la del mejor deportista español de todos los tiempos y uno de los más grandes a nivel universal.
En ese torneo de campanillas Rafa Nadal era el más joven. Pero a la postre fue el que se llevó la victoria final en un partido en el que doblegaba a Verdasco (21 años) otro jugador que apuntaba muchas maneras pero que se ha quedado a años luz de Nadal. Carlos Moyá, Feliciano López o Albert Costa fueron otros de los jugadores que conformaron un cartel tan especial y por entonces al alcance de pocas ciudades. Incluso más poderoso que algunos Masters de la ATP. Nadal se imponía a Verdasco por 7-6 (8-6) y 7-5 no cediendo ningún set a lo largo de la competición.
Esos días León vivió en primera persona la magia de un deporte en el que Rafa Nadal es y será leyenda. Y donde empezó a labrarse un camino plagado de éxitos para gloria del deporte español.