Fútbol | Primera Federación
Satrústegui rescata un punto de oro para la Cultural (1-1)
Jarro de agua fría y bocanada de aire fresco para la Cultural (1-1). Todo en apenas tres minutos. Todo en el tiempo de añadido y todo después de un buen partido de andorranos y leoneses. No, no fue brillante como otras tardes el juego de los de Llona, pero es innegable que hay varios modelos a poner en práctica, que encajar, aunque sea cuando ya todo parecía visto para sentencia, no les pone nerviosos y que saben agarrarse los machos para creer hasta el final. Eso es lo que hizo Satrústegui, quien tras un córner mal defendido ponía las tablas en el 93 convirtiendo la que se presumía como primera derrota del curso en un empate de oro. Lautaro hizo lo propio en el 90 también en otro saque de esquina.
Salió mejor plantado el Andorra, que enseguida se vino arriba para sorprender a los leoneses con centros por banda y una presión alta, como ya había advertido Llona que harían en la previa. Manu Nieto probó pronto a Bañuz con dos remates en apenas diez minutos. El primero se fue rozando el palo y en el segundo intervino el meta de la Cultural. Era de esperar esa salida fulgurante de los andorranos, que se saben favoritos al ascenso, aunque todavía no terminan de tomarle el pulso a la categoría de bronce. Pero, poco a poco, los leoneses fueron despertando. Justo tiraba del carro en ataque y tras dos saques de esquina consecutivos para los visitantes las fuerzas comenzaron a igualarse. Qué poco necesita el nueve blanco para crear peligro. Suya fue una de las más claras para haber inaugurado el marcador en el 22 de encuentro merced a un remate lejano que se marchó lamiendo el palo de Ratti.
La cosa iba de ‘Manus’ en este primer acto. El del Andorra era una pesadilla para la zaga culturalista. Lo bueno, que el empeño local por irse al ataque estaba dejando muchos espacios a la contra para Calderón, especialmente motivado y certero a la hora de asociarse con los hombres de ataque. Si alguien esperaba un duelo de especuladores con más miedo que vergüenza, se equivocó porque nadie se estaba guardando ningún arma. Un toma y daca entre dos gallitos ávidos por marcar territorio.
La Cultural se volcó a por el primero antes del paso por vestuarios con Calderón siempre dispuesto a encarar. No había remates claros, pero el Andorra se estaba viendo obligado a achicar más agua de la cuenta. Gran primera mitad de los dos clubes que, sin embargo, se esfumó con 0-0. Quedó clara la riqueza táctica de unos y otros y el poder para asociarse en el centro del campo.
En la reanudación bajó algo el ritmo del partido. Mayor presencia, eso sí, de la Cultural en el área del Andorra, que andaba ahora más agazapado esperando el contragolpe. Llona barruntaba cambios con la duda de si quitar a un punta y reforzar la medular o, por el contrario, sustituir a un delantero por otro. Dijo el riojano que no firmaba el empate a priori. Otra cosa sería con el paso de los minutos. Y lo que ya era una constante fue el temor de los dos equipos a equivocarse, a arriesgar más de la cuenta como sí hicieron antes del paso por vestuarios.
Llegaron los primero cambios tanto en el Andorra como en la Cultural para tratar de darle otro aire al choque. Por momentos se entreveía la bandera blanca. El punto empezaba a antojarse un botín suficiente para Llona, que sacó del terreno de juego a Luis Chacón, muy desdibujado todo el encuentro, para sacar a Bicho.
Lo que nadie esperaba fue el desenlace final. Dos jugadas a balón parado lo cambiaron todo. Lautaro hacía el 1-0 en el 90 después de una jugada embarullada que la Cultural defendió mal. En otra circunstancia, el equipo leonés se hubiera venido abajo sin capacidad de reacción. Pero este curso algo está cambiando. La suerte de los campeones acompaña a la Cultural y el punto sabe a gloria ante un rival directo.