Abanca Ademar 28 BM Torrelavega 35 La gran defensa cántabra descose a un equipo leonés que tan solo aguantó el intercambio de golpes durante la primera parte
El Palacio deja de ser un fortín para el Ademar
Balonmano | Liga Asobal
Titánico el partido que plantearon Ademar y Torrelavega. Un duelo a vida o muerte de principio a fin que la gran defensa de los cántabros y su poderío físico terminaron por inclinar a su favor. Eso y un Tecariol enchufado sirvieron para descoser a un equipo marista que sin Popovic ni Alberto no es fiable atrás (28-35). El Palacio deja de ser un fortín, por ahora, tras asaltarlo Huesca y ahora los de Jacobo Cuétara.
Un partido que sufrió un inicio tremendo a nivel físico, con dos equipos decididos a imponer un ritmo alto en defensa que llevase los ataques al límite. Lindqvist empieza a despertar y eso es de agradecer porque el equipo anda justo de poderío en el lanzamiento exterior (5-5, minuto 10). La batalla iba a ser cruenta, de ínfimos detalles. Gordo y Cuétara se conocen muy bien como para sorprenderse el uno a otro. Saeid comenzó bien bajo palos y eso permitía una primera renta de +2 que sin embargo Torrelavega desactivó enseguida. La rápida movilidad del Ademar en ataque forzó varios penaltis y conexiones con el pivote que Benites ya rentabiliza con garantía. Ni un segundo de tregua al paso por el minuto 18 (11-10) y Wasiak, tras dos errores consecutivos, se fue al banquillo. Dice Gordo que aún no juegan como él quiere, pero poco a poco aparecen recursos extintos como el tiro exterior (Marwan) o la conexión con el pivote.
Adrián Fernández, quizá extramotivado, también mostró una de sus mejores caras desde que llegó a la capital leonesa. El central supo encontrar soluciones a una defensa cántabra muy sólida.
Los dos porteros -Saeid y Tecariol- mantenían la balanza equilibrada. Pero primero Jacobo y minutos después Dani se vieron obligados a pedir tiempo muerto para neutralizar sendos conatos de su rival de empezar a decantarla (12-14, minuto 26). En este tramo final Torrelavega defendió mucho mejor y al Ademar el ataque estático le cuesta un mundo.
Rodrigo Pérez, aún lejos de su mejor versión, evitó una renta superior de Torrelavega antes del descanso con dos goles de garra más que de juego colectivo (14-17).
Iba a necesitar mayor contundencia el Ademar en la segunda mitad para meterse de lleno en la pelea por el triunfo. Había tiempo. Carlos falló solo ante el portero en una contra y a la siguiente, Torrelavega no perdonaba desde los siete metros. Luego Adri volvía a toparse con Tecariol en inferioridad y la ventaja visitante se iba al +5 (15-20). Muy mal gestionada esa inferioridad por parte del Ademar (1-2) y preocupante salida a pista de los leoneses. Gordo paró el duelo en el 34 y Álvaro Pérez salía a escena.
Enorme la defensa cántabra. Ninguna de las variantes tácticas propuestas por Dani Gordo encontraban facilidades a la hora de anotar. El encuentro se les estaba poniendo muy cuesta arriba, sobre todo porque en defensa tampoco se mostraron contundentes (19-23, minuto 41).
Las prisas, malas compañeras de viaje siempre, y un arbitraje cuestionable en muchas acciones, desconectaron del partido al Ademar. No salía nada y Torrelavega supo mantenerse impávido en todo momento. Con siete arriba en el marcador, Cuétara tiró de rotaciones para encarar tranquilamente el tercio definitivo. Reaccionó el conjunto ademarista en el 49. Solo tres abajo. Miñambres le estaba dando otro aire al ataque. Sin embargo, Torrelavega no se descompuso y supo aguantar el arreón.