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Caza

Un inicio para ilusionarse

La campaña de caza menor apunta a un desarrollo mejor que en los últimos ejercicios, en especial en la perdiz y la liebre

Borja Llamazares junto a Bimba en un momento de la primera jornada de la temporada. DL

León

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La temporada de caza menor levantó el pasado 27 de octubre el telón. Por delante nada menos que tres meses hasta el cuarto domingo de enero en los que las perspectivas apuntan a una mejoría respecto a los últimos ejercicios, especialmente en el caso de la perdiz y la liebre. Respecto al conejo el panorama también se presenta positivo, algo similar a las campañas pasadas en las que era el único en aprobar.

Aunque los balances deben hacerse al final de cada ejercicio las primeras sensaciones sobre el terreno de los cazadores, en líneas generales y con las excepciones marcadas por la zona de actividad, abrigan cierta esperanza en que a finales de enero de 2025 la mayor parte de ellos pueda sentirse satisfecho.

En cuanto a esa primera jornada en la que no todos decidieron salir al campo (menos de lo esperado tal vez condicionados por la climatología), una de las notas positivas la ofrecía la perdiz. Ya se esperaba una mejoría respecto a los últimos años vistos los bandos y las polladas en las semanas pasadas. Pero había que confirmarlo sobre el terreno. El tiempo no fue el mejor pero ya se pudo comprobar que la población ha aumentado de manera más que ilusionante con cazadores que pudieron cobrarse alguna pieza para sus perchas. Eso sí, haciendo gala de una pericia y paciencia notable dado que este año parecen más complejas de darles caza. Pero en la dificultad también está la emoción.

Del aire al suelo. Y de ahí a la liebre. Diezmada su población en los años pasados debido a ciertos condicionantes, entre ellos el sanitario con enfermedades como la mixomatosis, esta campaña la situación parece haber cambiado. De las nubes a los claros pudiéndose comprobar brotes verdes en una de las piezas que siempre ha sido protagonista dentro de la caza menor.

En lo que concierne al conejo, el ‘salvador’ de esos años tan negativos, su presencia también puede considerarse destacada. No es que sea una temporada para lanzar las campanas al vuelo. Pero sí para corroborar una población estable e incluso algo superior al pasado año. Teniendo en cuenta eso sí que como viene siendo habitual no existe uniformidad en cuanto a su presencia a lo largo y ancho de la provincia. O lo que es lo mismo, para algunos cazadores su jornada se convertirá en muy positiva pudiendo cobrarse unos cuantos ejemplares mientras que en otros lugares su presencia testimonial o nula puede convertir el día en menos provechoso de lo esperado.

Todo para una temporada de caza menor que durante tres meses mantendrá la atención de los cazadores. Y que también coincidirá con la de caza menor.

Tres meses por delante

La campaña de caza menor se extenderá hasta el cuarto domingo del mes de enero de 2025

Andrés Tejerina con Dama, uno de los cazadores madrugadores. DL