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Los de Gordo vencen sobre la bocina con un paradón de Saeid, rompen el maleficio ante el Cangas y se muestran fuertes lejos del Palacio

Ademar aleja las brujas en Cangas (21-22)

El Abanca Ademar sufrió más de la cuenta, sobre todo en la segunda parte del encuentro, para doblegar por la mínima a un BM Cangas muy combativo en su pista. LOF

Publicado por
Á. O. / P.R.B.
Redacción

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Va de menos a más

Uno de los destacados del Ademar volvió a ser Rodrigo Pérez, que anotó el gol decisivo

Una espectacular parada en seis metros del iraní Saeid Barkhordari a Santi López a falta de cuatro segundos permitió al Abanca Ademar León derrotar al BM Cangas (21-22) en O Gatañal. Los de Dani Gordo rompen así con la mala estadística del curso pasado en la pista de los gallegos —perdieron en Liga y se quedaron fuera de la final a 8 de la Copa del Rey— se mantienen intratables como visitantes y recuperan la senda del triunfo tras las derrotas contra Cuenca y GOG.

Necesitaban los ademaristas reencontrarse con la victoria y, aunque no fue sencillo, de nuevo demostraron que pase lo que pase este grupo de jugadores jamás baja los brazos. Tras una segunda parte muy deficiente a nivel anotador, el Ademar se plantó en los minutos finales con todo por decidir. Una moneda al aire que salió cara gracias a Saeid, pero también a su capitán. Y es que Rodrigo Pérez, que poco a poco va de menos a más, también fue otros de los destacados. Suyo fue el gol que les ponía por delante en el último minuto —más otros tres que logró a lo largo del duelo—. Sin ese tanto la parada de Saeid hubiera sido para no perder. Carlos Álvarez y Edu Fernández también lideraron la faceta anotadora en la batalla cruenta que se vivió en tierras gallegas, donde al fin alejaron las brujas.

El duelo estuvo marcado por la sensacional actuación de los dos porteros. Saeid brilló con 14 paradas, dos de ellas decisivas en el último minuto a Santi López. Las mismas firmó Jorge Pérez, quien sostuvo al BM Cangas cuando más sufrió y lo aupó en la segunda parte para coger una renta de dos goles (18-16) que no supo conservar por sus pérdidas infantiles, dos de ellas seguidas del central húngaro Rajmond Toth.

La igualdad fue máxima en el electrónico hasta que las pérdidas en ataque del cuadro gallego dieron un balón de oxígeno al Ademar, letal en las transiciones (5-9, minuto 22). La defensa leonesa era un muro, pero en el arranque del segundo tiempo el conjunto gallego golpeó a su rival con un parcial 3-0 que obligó a Dani Gordo a pedir tiempo muerto (12-12, minuto 34). Vio venir el peligro el máximo responsable del banquillo leonés. Y efectivamente, todo el gran trabajo hecho en los primeros treinta minutos, se podía ir al traste si no lo remediaban. Y costó, vaya que si costó la reacción.

El Cangas había subido su nivel defensivo. Y a eso se unió el recital de paradas de Jorge Pérez. Desde ahí empezó a culminar su remontada (18-16, minuto 46), pese a los goles de Rodrigo Pérez Arce, que se resistía a dejar que sus compañeros se marcharan del partido antes de tiempo. Demostró el capitán marista que tiene mucho que aportar a este equipo. Algo que se echaba en falta ya el curso pasado, pero este más tras la salida de Castro.

Pero, con todo a favor, el central húngaro Toth cometió tres errores imperdonables en apenas unos minutos y el Ademar lo castigó con un parcial 0-3 que Nacho Moyano frenó con un tiempo muerto. Su equipo reaccionó, disfrutó de varios ataques para ponerse por delante, pero siempre se encontró con un gigantesco Saeid, decisivo en el triunfo leonés con 4 paradas en los últimos dos minutos, dos decisivas a Santi López.

Locura total de los leoneses —no es para menos— con el sonido final de la bocina. Si bien es cierto, que cualquier otro resultado tampoco hubiera sido injusto porque Cangas equilibró muy bien las fuerzas en el segundo acto. Fueron los porteros, sin duda alguna, los verdaderos jueces de un partido igualado, con buenas defensas por parte de ambos clubes y, eso sí, una resistencia memorable de los de Gordo cuando peor pintaba el panorama.

Ahora llega el parón de selecciones, que permitirá al Ademar llevar a cabo entrenamientos más completos y tomarse un respiro antes de afrontar un mes de noviembre de locos, como ya ocurrió en octubre.