Europa pone en su sitio al Ademar (30-31)
El equipo leonés cae contra el Kriens y dice adiós a cualquier posibilidad de clasificarse para la siguiente ronda
No pudo ser. Europa se terminará la próxima semana para el Abanca Ademar (30-31) después de caer frente al Kriens en el todo o nada de los de Dani Gordo, incapaces de generar verdadero peligro a su rival. Lo intentaron, con coraje y actitud, pero sin demasiadas ideas para generar verdadero peligro. Es lo que hay. La plantilla da para lo que da. Lo mismo que una afición que mejoró el dato de citas anteriores, aunque ha demostrado que esta competición no le interesa.
El equipo leonés salió convencido de que la gesta era posible, pero de nuevo bajas de última hora y las rotaciones obligadas por el cúmulo de encuentros impusieron a reinventarse una vez más. El Kriens no tenía prisa, ni mucho menos la soga al cuello, así que tampoco se volvió loco en los primeros compases, ni siquiera cuando pasó del 1-3 al 5-3 en el minuto 10. Lindqvist asumió la responsabilidad de generar peligro desde el lateral bien tirando o asistiendo a Darío. Aún no está en su mejor versión, pero va a más.
Con 6-4 llegó el primer tiempo muerto de los visitantes. El ritmo del Kriens aumentó ligeramente y la balanza se igualaba a pesar de las constantes paradas de un Álvaro Pérez de nuevo inspiradísimo bajo palos. La salida a pista de Miñambres, Edu y Rodrigo Pérez empeoró a un Ademar falto ahora de ideas y con los problemas habituales en el tiro de larga distancia. No hay nadie que asuma ese rol.
Los árbitros comenzaron a desquiciar a los ademaristas con decisiones muy discutidas por una grada de nuevo desangelada. Para hacérselo mirar club y afición lo de Europa. Lamentablemente no han sabido enganchar a la gente.
Mejoró el Ademar en intensidad en el último tramo del primer tiempo, aunque con más coraje que juego (14-13) al descanso y mucho por hacer para desactivar a un Kriens sereno y bien plantado.
Lindqvist estaba inspirado y su persistencia en ataque dio alas a los de Gordo tras el paso por vestuarios. Sin embargo los colegiados no hicieron otra cosa que calentar el Palacio y desesperar al equipo. De escándalo la mayoría de acciones que pitaron a favor del Kriens.
El reloj corría como la pólvora y cada ataque se le atragantaba un poco más al Ademar. Abrir brecha empezaba a antojarse tarea difícil y ese paso adelante de muchos jugadores sigue brillando por su ausencia (19-18, minuto 40).
A falta de ideas para descuadrar a la defensa del Kriens hacía falta un momento de éxtasis, un arranque de rabia como el otro día ante Nava. Pero, lejos de eso, lo que llegó fueron las precipitaciones, el nerviosismo y la desaparición de la defensa colectiva.
El sueño se esfumó a diez del final y con él Europa.