León supo aprovechar las carencias que mostraron los maños

CAI y León revivieron un duelo que hace unos años se jugaba en ACB. La desaparición del equipo aragonés y el descenso de los leoneses dejó sin efecto un partido que ayer se recuperó de nuevo en un Príncipe Felipe abarrotado y con un León que quería resarcirse de la derrota sufrida ante los aragoneses en su pabellón en la segunda jornada ante un CAI atravesaba su peor momento de la temporada, sin Frán Murcia además para jugar y con solo dos referentes bajo aros, Hill y el ex de León, Mario García. Comenzó el primer cuarto con una defensa zonal de los de Salvo que provocó el colapso de un CAI Zaragoza que acusó en exceso la baja de Murcia y el pésimo rendimiento del ex NBA, Gilmore. Tiempo muerto de Oliete Con 6-14 para los de León, Oliete tuvo que solicitar el primer tiempo muerto ante lo que se le venía encima, ya que los leoneses eran letales en ataque, con ocho triples en este primer tiempo, y fulminantes al contraataque, ante el pésimo balance defensivo de los locales. El 10-30 con el que se cerró el primer cuarto (once puntos de García, ocho de Brown y siete de González) confirmaron la infinita superioridad de los leoneses, que jugaron con una comodidad inhabitual para arrollar a su rival en todos los conceptos del juego. Jorge García y Evans agigantaban su figura bajo los aros; Larragán se ponía la toga y González y Brown ofrecían un recital de lanzamiento y penetraciones. En el segundo cuarto y lejos de producirse la reacción del CAI, el partido fue un festival para el León, donde destacaron Larragán y un explosivo Howard Brown, que cerró esta primera parte con dieciocho puntos, tres triples sin fallo y cinco rebotes, demostrando que la LEB se le ha quedado pequeña. El Baloncesto León no bajó el ritmo y siguió dando un recital, haciéndolo todo bien y ofreciendo un juego lleno de inteligencia, acierto y detalles de buen gusto. Se acabó encontrando el León sin rival y en una situación desconocida, pero ello no restó un ápice de su ambición para seguir martilleando el aro de los aragoneses, que fueron despedidos con una sonora pita por parte de su afición, que reconoció con aplausos las mejores acciones del León. En la segunda parte, el CAI no se dio por vencido y lo intentó todo, con una defensa zonal y utilizando dos bases simultáneamente, Gilmore y San Miguel. Quino Salvo solicitó tiempo muerto ante el temor de una posible reacción de los aragoneses, que con un parcial de 13-0 demostraron que no estaban muertos. La zona aragonesa colapsó el juego de Brown, que no encontró sitio para lanzar. Al término del tercer cuarto (53-75), la diferencia de León era todavía sustancial, pero el partido era distinto al del primer tiempo, porque el CAI, aún sin hacer un gran partido, mejoró con respecto al primer período, lo que era casi inevitable y porque el Baloncesto León quitó el pie del acelerador. El equipo de Salvo tenía más problemas para anotar y se topó con la realidad de unas estadísticas más humanas. Ya no le salía todo como en el primer período y en este tercer cuarto tuvo que claudicar ante un CAI herido que maquilló el marcador. Victoria doble Ya en el último cuarto, el Zaragoza intentó, perdido el partido, rebajar los dieciséis puntos de diferencia que consiguió en León, para intentar conservar el basket-average, pero no lo pudo lograr y León, de esta forma, se hizo con una victoria doble. El equipo de Salvo equilibró el partido con algo más de intensidad para evitar que el equipo de Oliete pudiera acercarse demasiado. Bastó con que Larragán pusiera velocidad de crucero y el León, sin alardes, llegó al final sobrado, viviendo de las rentas de la primera parte para llevarse un triunfo que acabó siendo menos rotundo.