PRIMERA DIVISIÓN
El Valencia gana 2-4 en el Nou Camp y Van Gaal agota sus últimas horas en el Barça
El Valencia dejó herido de muerte al Barcelona. Su victoria, fruto del trabajo de un conjunto, sitúa a Joan Gaspart y a Louis van Gaal en el pozo. La afición azulgrana ya no aguanta más y hoy volvió a explotar con gritos de «¡di
El Valencia salió dominador. Haciendo gala de una excelente colocación, Albelda y Baraja daban rigor al esférico. El Barça restaba agazapado incapaz de darle respuesta a su adversario. Los «che» controlaban, tocaban y maniataban a su rival. Los azulgrana eran una auténtica caricatura. Tanto dominio lo materializó Aimar en una acción desafortunada. Un tremendo error de Rochemback lo cazó Baraja para regalarle al ex de River el primer tanto. Las gradas del Camp Nou empezaban a rugir. El Valencia era un bólido mientras el Barça iba en carromato. Ya no bastaba tener un bloque sólido o dar salida a la calidad individual. Los jugadores azulgrana debían sacar el orgullo. Tras las primeras aproximaciones a la meta de Cañizares, el Valencia le dio otro mazazo a las aspiraciones de su adversario. Carew aparecía majestuoso en el corazón del área para rematar a placer con un certero cabezazo que superaba a Bonano. Más pañuelos. El Valencia pasó a actor secundario. Restaba atónito ante el empuje azulgrana nacido del coraje. El Barça apretaba y Xavi daba una asistencia a Kluivert que se convertiría en crucial. El holandés, que arrancó en fuera de juego, era derribado por Cañizares. Rodríguez Santiago, triste arbitraje el suyo, tomaba la decisión justa en esa situación, tarjeta roja, aunque instantes antes había sido engañado por su asistente. Sin ideas. Ni contra diez. Ni contra treinta. Ni una ocasión en toda la segunda mitad. Van Gaal y Gaspart, responsable de su contratación, naufragaban. La puntilla la puso Fabio Aurelio. El brasileño culminaba una trabajada victoria tras una asistencia de Carew. Adiós azulgrana y resurrección valencianista. Los postreros tantos de Rufete y Kluivert tan sólo sirvieron para mover un marcador que muchos esperaban anoche que fuera el punto y final a la relación de Van Gaal con el Barcelona.