León muestra su falta de identidad y se diluye en Orense

León tenía ante el irregular Orense otra prueba para calibrar sus verdaderas aspiraciones, pero en la ciudad gallega se vio al equipo de las malas tardes, sin identidad y sin convicción, que se fue apagando lentamente. Fue un partido en el que el equipo de Quino Salvo falló mucho y permitió que el COB ganara porque en realidad fue el menos malo. León tuvo un arranque espectacular, minimizando al Ourense y firmando un parcial de 0-10 que rompía todas las previsiones. Sony Vázquez, que volvía a su casa, demostró que no le pesaba la responsabilidad e hizo dos triples de salida para demostrar que no le temblaba el pulso y que no le podían tampoco los sentimentalismos. El Ourense, que se mostró muy aturdido, no hizo su primera canasta hasta el minuto seis, con triple de Cherry. Maldonado puso a Bernabé y Aldama para cambiar la dinámica de su equipo, en un momento en el que resurgió Ebong quien, con ocho puntos consecutivos, lideró la reacción de su equipo. El Orense, pese a su mejoría, seguía por debajo, sobre todo porque no podía con Evans, que fue el dominador bajo tableros en un primer cuarto en el que mostró su mejor juego. León sabía administrar su ventaja, jugaba con inteligencia y no se precipitaba, seleccionando bien el tiro y sabiendo jugar con la ansiedad de su rival, lo que le permitió cerrar el primer periodo nueve puntos arriba. El segundo cuarto trajo un cambio radical. El Orense salió fresco y su acierto en los triples le permitió firmar un parcial de 12-2 que le metió en el partido. El Orense iba hacía arriba mientras que en León se evaporaban todas las virtudes que había mostrado. Con un Earl más protagonista, el Ourense equilibró el dominio del rebote y el León no encontró alternativas a su juego. Salvo puso a su equipo en zona pero no evitó los males, por lo que devolvió al banquillo a unos desafortunados Llorente y González. El Ourense lograba su primera ventaja (32-30) y descanso acudían los equipos con empate. En la reanudación, llegaron las imprecisiones, pérdidas y un muestrario de juego deslavazado y poco ortodoxo. El técnico gallego sí movió el banquillo acertadamente y frenó a León definitivamente. El COB entró en el último cuarto con cinco puntos de ventaja y más que por sus virtudes, se fue en el marcador porque a León no le salió nada. Una concatenación de fallos dejó al equipo de Salvo fuera del partido. Con el punto de mira desviado y sin más soluciones que cada uno hiciera la guerra por su cuenta, se fue consumiendo el tiempo.