Merecida victoria del Promesas

El triunfo de los de José Díez se fraguó desde el inicio mostrando los bercianos los principios básicos que llevan a cualquier conjunto al éxito: primero mucho «orden», mantenido a lo largo de los 90 minutos no perdiendo nunca la posición que les hizo dueños del terreno. En segundo lugar «criterio» de conjunto y a la vez individual, sabiendo cada jugador cuál era su función en todo momento. La tercera virtud fue la «paciencia», siendo dueños de la situación sin precipitaciones; sabían que sus ocasiones llegarían, sólo era cuestión de esperar y aprovecharlas como hicieron en el minuto 40 transformando en el único tanto del partido la gran jugada que había iniciado por la derecha Raúl, con centro al área, en primera instancia Jarero no llega a rematar, pero el cuero pasado llega al segundo palo donde Lago lo controla y en esta ocasión sí se lo pone justo en la cesta del ariete que remata al fondo de las mallas pucelanas. El dominio y la profundidad lo tuvo el Promesas en estos 45 minutos en los que ya había disfrutado antes de situaciones propicias para adelantarse en el marcador. En disparos de Lago, minutos 8, 25 y 16, o incluso la falta que este mismo jugador lanza a la que no llegan en el segundo palo ni Ministro, ni Jarero. En la segunda parte los locales no arriesgan sabedores de su ventaja, cediendo al Valladolid terreno pero los ponferradinos muestran una solidez defensiva que hace caer a los visitantes una y otra vez en la tela de araña tejida impidiéndoles acercarse ni una sola vez con peligro a la meta de David. Jarero estuvo a punto de conseguir el segundo pero remató fuera.