PRIMERA DIVISIÓN
El Celta acaba de hundir al Barcelona
El Celta agotó el crédito de Van Gaal. Los vigueses derrotaron a los azulgrana mientras el técnico holandés demostraba su clara inoperancia. Mientras Lotina, un técnico de talante defensivo, introducía a Mostovoi, Van Gaal, de m
La tensión iba por dentro. El Barça pasó de Van Gaal y sus muchachos se tomaron el encuentro a vida o muerte. Lástima que a la primera de cambio los azulgrana se hundan. El Celta tampoco estaba para muchos alardes. Después de tres derrotas consecutivas, Lotina tampoco podía olvidar su pasado. El duelo deparaba intensas emociones. Parco en acciones de ensueño, el encuentro no defraudó. El Barça salió a morder. Enfrascado en una lucha peculiar, los azulgrana no querían hundir a su técnico. Nuevo sistema y nueva actitud. El conjunto cogió el toro por los cuernos. Inesperada agresividad y táctica ofensiva. No obstante, tampoco fue para lanzar cohetes. El Barça estaba tocado de muerte. El transcurso del partido deparó un juego eléctrico. El cuero se repartía con inusitada velocidad y, aunque las oportunidades escasearon durante el primer tramo de la primera mitad, ambos conjuntos aportaron ambición. El Celta trabajaba más directo. Apoyado por un inexplicable error de Bonano, Gustavo López estrelló un balón en el poste. Era la primera aproximación del cuadro celtiña que parecía más capaz de crear peligro. La siguiente acción demostró el talante ofensivo de un delantero de la categoría de Saviola. El argentino, actuando en funciones defensivas, cometió un penalti tan claro como inocente. Suerte para los azulgrana que Bonano atajó la pena máxima lanzada por Gustavo López. El Barça se envalentonó. El conjunto azulgrana lanzó su ofensiva. El peligro, aunque a cuentagotas, llegaba al marco de Caballero. Iniesta, desde el suelo, Saviola, Xavi, con un remate al palo, y nuevamente Saviola, estuvieron a punto de desnivelar el encuentro. El Barça respiraba mientras el Celta deseaba la llegada del descanso. El Celta descargó la tensión acumulada en una acción que combinó el desacierto de la zaga azulgrana y la excelente visión de juego de Luccin. El centrocampista celtiña, presionado por tres jugadores azulgrana, fue capaz de brindar una asistencia de lujo a Jesuli que convirtió con excelencia. El Barça navegaba a contracorriente. Con toda la segunda mitad por jugarse, los azulgrana necesitaban romper su sequía goleadora para intentar la remontada. El tanto resquebrajó la ya ínfima moral azulgrana. El Celta respiraba con aires de superioridad. Y los concretó en el marcador.