Villar destituye al secretario general Gerardo González

La destitución del secretario general, Gerardo González, tuvo lugar por considerarle incompatible con el vicepresidente económico, Juan Padrón. El divorcio de ambos dirigentes, que mantuvieron una relación muy estable desde que Villar accedió a la presidencia, en 1988, hasta hace aproximadamente dos años, se concretó sin acuerdo económico. «Los términos de la extinción del contrato serán formalizados por los abogados de las partes próximamente». Sin embargo, es vox populi, no desmentida por ninguno de los litigantes, que González percibirá al menos un millón de euros de finiquito, es decir, 166 millones de las viejas pesetas. Tenía una antigüedad de 18 años en la Federación, donde ingresó en 1985 como jefe de prensa del entonces presidente, José Luis Roca. Cinco años más tarde, ya con Villar de jefe, ascendió a director de Relaciones Externas y en 1992 pasó a ocupar el cargo que desempeñaba. Según fuentes federativas, los problemas surgieron cuando el secretario general estuvo a punto de presentar su candidatura a la presidencia de la Liga de Fútbol Profesional en las elecciones de febrero de 2001, tras la muerte de Antonio Baró. Aunque al final dio marcha atrás en su intención, ni a Villar ni a su vicepresidente, Juan Padrón, les agradó que el secretario general flirteara con la patronal de clubes, muchas veces enfrentada a la Federación. Aquello fue una especie de ataque de celos. Las diferencias entre González y Padrón, quien finalmente ha ganado la batalla y logra todavía más poder en la Federación, se agravaron cuando surgió el caso Marioni, jugador argentino del Tenerife a quien sancionó la FEF por alineación indebida. El secretario general, muy influyente en las actuaciones de los comités de disciplina, se mostró inflexible. Juan Padrón, que compagina la vicepresidencia económica de la FEF con la presidencia de la territorial tinerfeña, era partidario de una línea más blanda de los Estatutos. El detonante de la crisis fueron algunas filtraciones sobre los comprometedores reproches que González hizo a Padrón, al entender que el máximo responsable económico de la FEF trataba de monopolizar el poder y manejaba las cuentas con escasa transparencia. Una crítica que el hasta ayer secretario general trasladó privadamente a Villar en repetidas ocasiones. «Se ha acabado una etapa. No hablaría de guerra y no me gustaría transmitir ningún tipo de resquemor», explicó González. Descartado, al menos oficialmente, Cortés Elvira, se perfila Jorge Pérez Arias, director de Comunicación y Relaciones Externas de la FEF.