La agrupación luchó por la Federación de Lucha Leonesa

La Federación Territorial de Lucha engloba a varias modalidades. En esta situación, la leonesa se pierde entre todas ellas y no tiene la posibilidad de acceder a subvenciones, con lo que su entidad es mínima, se mantiene en un segundo plano. El presidente de la Agrupación Provincial de Lucha Leonesa, Ángel Rivero Ordás, participó en el año 1982 en la Agrupación Provincial de Lucha Leonesa. El colectivo que formó el citado grupo tenía como objetivo romper con la Federación Territorial de Lucha, puesto que todos ellos claman por la Federación de Lucha Leonesa. Rivero declaró que «en aquel momento la gran mayoría de la gente pensaba que la agrupación sólo era un club y que el desarrollo de la lucha sería pequeño». Pero el trabajo realizado dejó bien claro que esto no era así. La agrupación era la única con estatutos registrados, los cuales obran en poder del Consejo Superior de Deportes. Éstos contemplaban la entrada en la misma de cualquier club. En León, no les faltó el reconocimiento de sus paisanos, quienes por dos ocasiones la premiaron como la mejor federación en la Gala del Deporte Leonés. Los objetivos de la agrupación estaban claros. Querían modernizar y diversificar las competiciones con una mentalidad innovadora. Para ello pusieron todos sus esfuerzos en la promoción de base, que tuvo su repercusión con la creación de 53 escuelas de lucha en las que hubo 2.500 niños. Otras acciones fueron la creación de la liga por equipos, competiciones infantiles, actualización del reglamento o puesta en marcha de la competición ribera-montaña, primero mediante inscripción libre, y posteriormente por equipos. Se trataba de que la sociedad se diese cuenta de que la lucha es un patrimonio cultural. Fruto de todo ello fue la redacción de las bases para conseguir mediante acta de protocolo que en el Gobierno Civil de León se reconociese a la lucha leonesa como deporte.