Pistolesi firma seis goles en el primer partido con Ademar

6/7 en lanzamientos, dos cartulinas amarillas, aunque a efectos de cómputo, solamente se le sumó una por error, una exclusión (m.11''26) cuatro blocajes defensivos a otros tantos lanzamientos del ataque madrileño y la particularidad de exigir botella de agua personalizada en el banquillo resumen la primera actuación de Anthony Pistolesi al frente de Ademar. En el día del estreno, el anterior jugador del Magdeburgo, que lució el dorsal 3, asignado habitualmente a Vatne, se destapó más como atacante que como defensor, y firmó tres tantos por tiempo No está mal. El día de la puesta de largo de Pistolesi se reserva quizá para la visita de Bidasoa a León. Pero el aperitivo de ayer exhibió a un jugador especialmente motivado, cargado de ganas, convertido en una enciclopedia de esperanto por circunstancias (a unos les habla en francés, a otros en inglés, se guarda el alemán y ya va haciendo pinitos con el castellano) y pendiente del proceso de transformación evidente que exige un cambio de estas características. Ademar tuvo que jugar ayer la variante 5-1 en defensa por circunstancias. La primera impresión revela que quizá «Pistu» se va a encontrar más cómodo en el 6-0, pero las ausencias por lesión marcaron la necesidad de colocarle por detrás de los avanzados. ~Aceptablemente coordinado en las distancias por los lados, le ~pudo la costumbre a la hora de moverse hacia adelante más de la cuenta. Defectos más de diferencia de conceptos que de errores reales. El partido en sí, no tuvo demasiada historia. Cadenas dedicó de nuevo la ocasión a las pruebas, y entre los noveles que vienen pisando fuerte, a Víctor le tocó la mejor parte. Al lateral de Pola de Gordón le van llegando minutos poco a poco, y no desaprovecha las opciones. Oscar y Vidal estuvieron en su línea y Yeray agradece a la vez estas oportunidades para madurar un poco más. El choque aportó a la vez la novedad de comprobar las diferencias en el estilo de juego que se puede llegar a conseguir jugando con tres centrales en la primera línea. Con Julio Muñoz al mando del equipo, Entrerríos y Perales hicieron las veces de lateral en varias fases, y la movilidad ofensiva de León lo agradeció, con buena parte de colaboración en la escasa consistencia de la cobertura madrileña. Lo demás, no tuvo mucho más tema. Hubo igualdad en el primer cuarto de hora de partido, después se marchó en el electrónico la escuadra de casa, y el partido murió y quedó para las pruebas reales, que en definitiva era de lo que se trataba.