Un árbitro chino pasará diez años en la cárcel por cobrar sobornos

El árbitro internacional chino, Gong Jianping, ha sido condenado a 10 años de cárcel por aceptar sobornos durante la temporada 2000-01 de manos de varios clubes de la primera división, informó ayer la prensa oficial. «Gong aceptó sobornos para amañar partidos por valor de 44.700 dólares durante la última fase de la temporada, lo que adulteró de manera flagrante la competición», señala el fallo del Tribunal Popular de Xuanwu (Pekín). Según el tribunal, este juicio -fruto de 10 meses de arduas investigaciones- sienta un precedente para futuros procesamientos judiciales en el terreno de la corrupción deportiva. Gong fue incluido en octubre del 2001 por el club Lucheng de Zhejiang en una lista de ocho árbitros que aceptaron sobornos durante la temporada 2000-01, fenómeno que es conocido en China como «silbatos negros». El presidente del club, Song Weiping, reconoció haber «untado» al árbitro con 7.300 dólares para ganar los partidos como local en el último tramo de la temporada. Semanas después, Li Shufu, presidente de la Corporación Geely, patrocinadora de otros clubes profesionales, aseguró recientemente que «el 70 por ciento de los árbitros chinos en activo han aceptado sobornos alguna vez en su vida». Ante la ola de indignación que se desató entre los millones de aficionados chinos tras estas revelaciones, el propio viceprimer ministro, Li Lanqing, se vio obligado a intervenir y ordenar castigos ejemplares para los corruptos. Por su parte, la Asociación China de Fútbol decidió perdonar a los que confesaron haber aceptado dinero y procesó a los que se negaron a declarar.