La Cultural, colíder de viernes
La Cultural comenzó el encuentro falta de ideas, renqueante por el Amilivia. Los madrileños tuvieron hasta tres oportunidades para abrir el marcador. Sin embargo, en la primera llegada de los leoneses Redondo acertó a incrustar el balón en las
El Alcalá dilapidó hasta tres clarísimas oportunidades de gol para haberse situado por encima en el marcador. La Cultural, infiel a la norma, acertó con la portería contraria en la primera aproximación a los dominios de Leal. Redondo, después de un rechace, voleó a la red. El equipo leonés cambió el partido de tendencia. Vio el marcador a su favor. Aún así, el juego de calidad en un principio llegó en todo momento del lado visitante, pero sin tino. Con un centro del campo acompasado, además de apoyos continuos en la línea de creación, el Alcalá puso en serios aprietos a la Cultural, excesivamente nerviosa en los primeros instantes. Incluso la línea defensiva se mostró demasiado inexpresiva ante las acometidas de los delanteros rivales Dani Calvo y Esaú. Ambos se hincharon a crear peligro sobre la portería de Rubio durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Sólo adolecieron de pegada ante la puerta de Rubio. La medular madrileña estuvo mucho más organizada que la leonesa. Juntó más las líneas de su juego, para conseguir apoyos más acompasados. Mientras, la Cultural se prodigó en acciones de contención, en las que Mario y Ángel Luis trataron de contrarrestar el juego y los malos modos que mostraba en el campo el rival. Lío en el túnel Los primeros cuarenta y cinco minutos no dieron para más en el césped. Sí en el túnel de vestuarios, en el que algunos futbolistas de los dos equipos se enzarzaron en manotazos y gritos sin sentido. Los segundos cuarenta y cinco minutos se caracterizaron por la creatividad y por el riesgo del conjunto madrileño, con el fin de neutralizar el gol local de la primera mitad. Pero la Cultural encontró a la contra muy pronto el segundo gol. Fue la sentencia. El centro del campo leonés ralentizó su ritmo. Aguantó las envestidas del rival con la espera en su campo. El contraataque, arma de Álvarez Tomé durante todo el partido, pasó a ser el único oficio para llevarse el partido frente al toque del conjunto madrileño. Nadar y guardar la ropa. La Cultural acomodó la sentencia deportiva tan manida para dejar pasar los minutos. Los tres puntos acabaron en el casillero leonés. El liderato momentáneo pasa a manos de los culturalistas. La Cultural ganó un partido que nunca tuvo perdido, ni tan siquiera cuando los visitantes recortaron diferencias a falta de siete minutos para el final. Los madrileños habían demostrado mucho antes su ineficacia de cara a la portería contraria. Dispusieron de varias ocasiones para someter al equipo leonés a un castigo mucho más contundente que una mínima derrota.