Llegó la hora de María José Rienda

«Estos últimos días hemos entrenado, sobre todo en Zuoz (localidad próxima a St. Moritz, la sede de los mundiales). He tenido muy buenas sensaciones y nos hemos limitado a retocar algunas cosillas, porque todo el trabajo ya está hecho. Sólo falta que lleguen los frutos del mismo», indicó la esquiadora de Sierra Nevada, de 27 años, que participa en sus quintos mundiales y ha sido tres veces olímpica. «Pero si no consiguiera el objetivo, que es ganar medalla, no pasará nada si salgo de la pista con la sensación de que lo he dado todo», opinó. «Yo seguiré trabajando, porque sé que las cosas tienen que salir y si no salen ahora, habrá que insistir. Pero espero que, de una vez, llegue un resultado que llevo buscando desde hace mucho tiempo. Y aquí en St. Moritz puede llegar», comentó Rienda, sexta en los Juegos de Salt Lake City, en una prueba en la que iba tercera tras la primera manga. «Estaba nerviosa hace una semana, pero ahora mismo lo que tengo ganas es de que empiece ya la prueba, porque sé que estoy en el grupo de las favoritas y eso es algo que me motiva», dijo la granadina. Una pista de su gusto «La pista es bonita, me gusta y es larga, por lo que es de esperar que sea una prueba dura, de bastante esfuerzo físico, tipo la de Bormio. Y eso a mí me puede venir bien», añadió la andaluza, que durante las últimas horas previas a la carrera hizo un entrenamiento suave de esquí durante la mañana del miércoles y otro ligero trabajo físico en el gimnasio, por la tarde. La granadina también valoró de forma positiva que sea su entrenador, el italiano Luciano Acerboni el que marque la segunda manga del gigante. «Ya hemos hablado acerca de esto y lo más seguro es que Luciano marque un recorrido virado, que me pueda venir bien».