Makaay deshace las especulaciones

El equipo vallisoletano lo intentó desde los primeros instantes, pero su capacidad resolutiva volvió a brillar por su ausencia ante un Deportivo agazapado, que buscó con tranquilidad y sin forzar la máquina su ocasión para sorprender a Bizzarri. Las oportunidades de gol no existieron y tan sólo cabe destacar un disparo de Colsa (minuto 6) desde la frontal del área que repelió la cepa del poste derecho de la meta de Juanmi, cuando el gol se cantaba en las gradas. Mero dominio territorial El Valladolid dominó territorialmente, pero no supo resolver en las proximidades del área visitante, fuertemente resguardada por multitud de defensores, entre los que fueron incapaces los blanquivioletas de dar la asistencia precisa para el remate, por lo que el marcador se quedó congelado como la noche vallisoletana. Tras el descanso el cuadro coruñés buscó la portería del rival con algo más de empeño adelantando sus efectivos, hasta que llegó el tanto que inauguraba el marcador en un centro de Romero que desvió Makaay sobre la marcha anticipándose a la defensa. El Valladolid, a raíz del gol, perdió el rumbo sobre el césped y, a consecuencia de una falta de Jesús sobre Sergio, Luque conectó un potente disparo que se estrelló en el larguero. El Deportivo comenzó a mover el balón con mayor sentido ante un Valladolid perdido, que deambulaba sobre el terreno de juego y, sobre todo, que era incapaz de resolver en el área visitante, con unos remates que ni siquiera llegaron a la portería, salvo los disparos de Olivera y Sales (min.76) que despejó la defensa sobre la línea de gol. El conjunto de Pepe Moré lo intentó todo por lograr el empate, pero sus hombres mostraron sus carencias realizadoras, a pesar de que rondaron el área visitante con mayor intensidad que en la primera mitad, pero de donde no hay no se puede sacar y así está su trayectoria a lo largo de la temporada. La eficacia del Deportivo pudo más que el empeño escaso de los castellanos.