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PRIMERA DIVISIÓN

El Barça gana al Espanyol (0-2) y solventa parte de la crisis

El Barça saldó el derbi más caliente de los últimos años con una victoria de dos caras ante el Espanyol (0-2). Los azulgrana fabricaron una perfecta primera mitad y respondieron con una nefasta segunda parte que les pudo costar

Publicado por
Sergi Olego - BARCELONA.
León

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El preámbulo de los tantos azulgrana estuvo marcado por la escasez de oportunidades y el mejor control de los visitantes. El Barça movía el balón con criterio y aprovechando la velocidad de Overmars generaba la primera gran ocasión. Lástima para los de Antic que Kluivert mostrara la mayor de sus carencias: la falta de gol. El holandés erró por dos veces tras centros de su compatriota y de Gaizka Mendieta. El Espanyol perdía la posesión con excesiva rapidez. Era incapaz de generar peligro por mutuo propio. Sin embargo, el Barça le ofreció una oportunidad para golpear primero. La primera pérdida de los azulgrana en la línea defensiva la aprovechó Torricelli para mandar una excelente asistencia a Maxi, que el argentino malogró ante Bonano. El Barça lamentaba su falta de acierto. Antic se mordía la lengua en el banquillo. Su rostro de desesperación se transformó en alegría en pocos instantes. Cocu abría el marcador tras rematar con la cabeza una falta botada por Xavi. El canterano, que estuvo a punto de retirarse lesionado tras un salto con De la Peña, aumentó la distancia definiendo a la perfección ante Toni tras una clarividente asistencia de Saviola. Clemente rectificó. Tras el descanso, Tamudo entraba en lugar de Velamazán. Su última oportunidad para cambiar la dinámica negativa de su equipo. El Espanyol reaccionó. Olvidó su pésima primera mitad y salió a morder ya con su estandarte en el césped. El Barça entró en barrena. La segunda pájara a escena. La típica de la segunda mitad ya sea con Antic o con Van Gaal. La defensa hacía aguas ante un Tamudo explosivo. Bonano evitaba en dos acciones de mérito que su rival redujera distancias. La avalancha blanquiazul se sucedía. El Espanyol quería morir matando. Antic fabricó soluciones de emergencia. Motta sustituía a Mendieta para tapar las carencias defensivas de la banda izquierda azulgrana. El técnico yugoslavo quería ponerle freno al ímpetu de su adversario. La tentativa se fue al limbo. El Espanyol no levantaba el pie del acelerador. Las ocasiones se sucedían, pero el punto de mira de los blanquiazules seguía desviado. Mediada la segunda parte, la falta de premio bajo un ápice la intensidad del Espanyol. Ya con los esquemas rotos, el Barça enhebró una buena acción que el asistente quebró tras señalar un inexistente fuera de juego de Kluivert.