OPINIÓN Marro
Ecos de «Las jornadas» (III)
Para el tercer día de las «Jornadas de Lucha Leonesa: Proyección y futuro» y ante la autoexclusión de representante del órgano federativo oficial, el Presidente de la Agrupación Provincial de Lucha Leonesa abordó en exclusiva la dicotomía Federación Territorial de Lucha/Federación de Lucha Leonesa. Ángel Rivero se lamentó de la gran ocasión perdida hace unos tres lustros de llegar a disponer de nuestra propia Federación de Lucha Leonesa, con autonomía propia y tan sólo con dependencia directa de la Federación Española -o Nacional- de Lucha al igual que la vigente Federación de Lucha Canaria. Y se puso de relieve las múltiples ventajas que se hubieran derivado de este logro: autonomía funcional-operativa, financiación, subvenciones, diversificación de variantes y sus competiciones correspondientes, sentido de la autoestima ante el reconocimiento oficial, etc. El otro ponente de la noche, el crítico y exdirectivo de Lucha Canaria Manuel Ángel García Baragaño, llegaría con el tiempo justo y superando las inclemencias de la gran nevada de aquel miércoles. Se habían acumulado una batería de preguntas de las dos primeras jornadas, junto con las que se intuían del día siguiente y mas las que fueron surgiendo sobre la marcha de su exposición. A todas fue dando cumplida respuesta García Baragaño tanto desde el ángulo cuantitativo y estadístico (los datos comparativos canario-leoneses que facilitábamos en la columna de la semana pasada sobre cifras de fichas, clubes, instalaciones, etc.), así como desde el cualitativo de las contrapuestas y hasta antagónicas imágenes que ofrecen una y otra. Datos, referencias, detalles, posicionamientos, actitudes... del «contrapunto canario» dejaron anonadado al auditorio del Club de Prensa de Diario de León. Para empezar la Lucha Canaria hace tres décadas está más o menos como está ahora la Lucha Leonesa, y desde entonces una y otra han seguido trayectorias dispares: una hacia abajo y hacia arriba la otra. Por facilitar una referencia definitivamente ilustrativa, la Lucha Canaria ha desplazado al fútbol como primer deporte de las islas. Expansión era la palabra clave; expansión a todos los niveles y en todos los frentes. De cara a la vistosidad luchística como espectáculo en sí, fue fundamental la introducción progresiva de innovaciones y de manera especial en lo que se refiere a ajustes en «el agarre» (obviamente el ponente canario se sumaba también a esa especie de cruzada del catedrático y exluchador Ángel Alonso en pro de la sustitución de nuestro cinto) ¡Que el de 60 kilogramos se imponga al de 100, que la maña «pese» más que la fuerza!. Construcción de «terreros». Implicación de instituciones y esponsors vía mecenazgo (inserción laboral y demás de luchadores y exluchadores). Variantes y diversificación hacia otros tipos de luchas con grandes éxitos competitivos nacionales e internacionales... y el consecuente incremento subvencionador. Periódicos, revistas y capítulo aparte, o por mejor decir primer capítulo, la televisión: el principal factor del milagro luchístico canario. Pero para que la televisión se interese por la Lucha Canaria había que demostrar que se podía llegar a los potenciales telespectadores con un producto dignamente presentado y ameno. Y al rebufo televisivo llegarían políticos por una parte y por otra esponsors o patrocinadores integrales dispuestos a captar y capitalizar los efectos de ese fenómeno televisivo luchístico (la audiencia es tal que las noches de «Luchada» en televisión se nota en el trasiego callejero). Y hoy, por expresarlo a través de otro hecho-referencia de lo más expresivo, por encima de instituciones y patrocinio el plebiscito popular ha resuelto que la imagen de las islas esté encarnada por la Lucha Canaria. Con decir que en el «Día de Canarias», su gran fiesta regional, el protagonismo festivo, deportivo y ya no digamos de identidad regional lo acapara en exclusiva la Lucha Canaria: como exaltación -digamos- del sentimiento y el alma canaria. García Baragaño no era ningún iluminado y visionario. Aportaba testimonios -algunos a través de proyecciones- recogidos y vividos sobre el terreno -y sobre el terrero- canario...