Explicaciones para una decepción

Decepción entre comillas. A veces hay que rondar un año o más, para que una determinada situación relevante y de importancia ocurra. Algo de eso sucedió el pasado fin de semana, sólo que al revés. Se reunían, dentro de este campeonato que organiza la Delegación de Zamora, lo mejor o más florido del ramillete de pelotaris con que cuenta nuestra comunidad. Nombres, apodos cariñosos y apellidos pelotísticos que, por el solo hecho de ser nombrados, asombran a los entendidos y aficionados, y aseguran a éstos que, los partidos que se van a disputar, serán de campanillas. Hasta ahí todo correcto y conforme. Pero, siempre hay un pero cuando algo bueno y grande se avecina. Todo ese bombo y platillo de buenos augurios pelotazales se tiñó y ensombreció con un resultado anodino y falto de espectáculo. Encuentros para olvidar. Entresacamos, no obstante, el disputado entre las parejas Dani y César Baeza contra Láiz y Óscar. Por ser quizás el que cerró cancha, resultó más peloteado y entretenido que el resto. Otra vez la cancha zamorana pasó su fielato sobre algunas parejas de jugadores, menos acostumbrados a esta velocidad de la pelota. Debido a esta situación, los partidos carecieron del toma y daca, el peloteo extraordinario, que hace a esta modalidad de pala corta la reina dentro de las de herramienta. Detalles de los encuentros Cabañas y Richard abrieron el cupo de partidos (cuatro en total), que el pasado fin de semana se celebraron en Zamora. Sus oponentes, Alberto-Nico de Madrid, venían de pasar la criba de los partidos previos. El encuentro se inclinó rápidamente por Cabañes-Richard y apenas vimos espectáculo. Actuó seguidamente otra de las parejas de la fase previa, Barberá-Vázquez de Vigo, que se enfrentó a los poderosos Domínguez-Medina. Juego increíble, el desarrollado por esta pareja. En apenas media hora y con un marcador de auténtico poderío se desentendieron de los gallegos. Le tocó el turno a continuación a nuestros representantes Ricardo-Amilivia. El temor a no estar a la altura del compromiso estaba en ellos mismos. Casi tres años sin entrenar de una forma constante y cotidiana a pala corta, por carecer de un frontón apropiado, hacía presagiar lo peor. No obstante, había que echarle reaños y dar la cara. La pareja contraria, Carlos Baeza y Charrás, sabían de esta carencia y actuaron sin miramientos. Las predicciones y ese temor se cumplieron. Ricardo y Amilivia sufrieron un calvario y sólo deseaban que el partido concluyera lo antes posible. Enfrentamiento para olvidar por parte leonesa y a poner remedio para que no vuelva a ocurrir. Último envite Cerró esta tanda de partidos el encuentro entre Dani-César Baeza, contra Láiz-Óscar. Esta refriega sí respondió, en mayor medida, a dar el espectáculo que todos deseábamos. Hubo de casi todo y el peloteo de algunos tantos arrancó aplausos del respetable. Láiz y Oscar fueron más sagaces y conservadores, dominando por seis tantos de diferencia el marcador final. El próximo sábado otros cuatro partidos se pondrán en marcha. Las dos parejas que representan al Club de Pelota Leonés, Manzano-Chobo y Ricardo-Amilivia, vuelven a intervenir. Esperemos que los resultados sean satisfactorios para, de esta forma, el paso de los leoneses por el campeonato tenga el recuerdo de otros años donde Ricardo y Amilivia fueron campeones.