La Copa arranca con un desequilibrado Pamesa-Auna

Si se produce una victoria del Auna sería un bombazo para la Copa y una tremenda decepción para Valencia, que ya ve a su equipo campeón del primer título de la temporada. El Pamesa juega en casa, dispone de la plantilla más completa y atraviesa un gran momento de forma que tiene que confirmar ante la cenicienta de la Copa. El Auna Gran Canaria debe ser la primera víctima del Pamesa a la espera del vencedor del Estudiantes-Tau. Lo único que podría poner en peligro la continuidad del Pamesa es que acuse la presión del favorito, un factor que no jugará en contra del Auna. Porque los canarios no están obligados a nada en Valencia. Pero el Pamesa, y en concreto Nacho Rodilla y Víctor Luengo, tienen también la experiencia de haber perdido en casa su primer partido copero cuando eran favoritos, y ya saben los errores que no tienen que cometer ante un rival muy inferior. En 1999, tras haber conquistado el título en Valladolid-98, el Pamesa fue sorprendido ante su afición por el Caja San Fernando, y no está dispuesto a sufrir otro mazazo que le deje fuera de su Copa a las primeras de cambio. Lejos de pensar que la presión por jugar en su pabellón puede ser un inconveniente, el Pamesa considera que es incluso beneficioso. «Nuestro mejor baloncesto lo hemos jugado en La Fonteta», reconoce Paco Olmos, el técnico de un equipo que está invicto en su cancha tanto en la Liga como en Europa. Olmos insiste en que en el Pamesa no existe la tan manida presión, «sino responsabilidad», y rechaza el cartel de favorito que se le otorga, «porque los ocho equipos están en Valencia para ganar la Copa». El entrenador del equipo grancanario, Pedro Martínez, admite, sin embargo, que «lo más normal es que el Pamesa, por potencial, supere al Auna e incluso que gane el título». Concentrados en casa Para preparar con más tranquilidad la competición, pero pensando sólo en el duelo contra el Auna, el entrenador del Pamesa ha decidido concentrar a sus jugadores en un hotel a las afueras de Valencia. Su única preocupación es recuperar a tiempo a Kammerichs y Paraíso, que han sufrido recientemente sendas microrroturas fibrilares y serán duda hasta el último momento, aunque el internacional español prácticamente está descartado para el partido inaugural. En el caso del Auna, su gran esperanza en que sus dos americanos en la zona, Lewis y Eley, rindan al máximo nivel para frenar el enorme poderío del Pamesa con Oberto y Tomasevic. A pesar de que el Auna es el mejor equipo de la Liga en ataque, el Pamesa le sigue muy de cerca en ese apartado (a sólo siete puntos) y el valenciano es el número uno en defensa. Rodilla dirige, Abbio aporta el tiro exterior y Oberto y Tomasevic dominan la pintura.