BALONCESTO
El Barça impuso su ley en la Copa
Roberto Dueñas, impresionante en La Fonteta, y Sarunas Jasikevicius, decisivo en la prórroga que resolvió la final, regalaron el primer título español de su carrera a Dejan Bodiroga, que esta vez dejó el papel protagonista a los dos «
El Tau acusó el cansancio colectivamente y tuvo que dejarse la piel. El esfuerzo de la semifinal contra el Pamesa, sobre todo defensivo, le pasó la lógica factura. Las secuelas del Barcelona afectaron a casos muy particulares entre los que no estaba ni Dueñas ni el base báltico. La amplitud de banquillo con la que cuenta el yugoslavo Svetislav Pesic, muy amigo de las rotaciones largas, contribuyó decisivamente a que su equipo estuviese más fresco, bueno, casi todo su equipo, porque Dejan Bodiroga sí tenía el depósito medio vacío. Dueñas se apoderó de los cielos y desnudó al Tau. Su inacabable humanidad resultó infranqueable para los jugadores vitorianos, que al final del primer cuarto cargaban con trece puntos de desventaja y cuando veían al pívot azulgrana se les hacía de noche. El internacional español daba huecos para los tiradores y eclipsaba la vida en las zonas. Los vascos parecían abocados a una derrota incontestable Hasta que Dueñas entró al banco, al término del primer cuarto. Fue marcharse el pívot madrileño y el Tau se subió a las barbas del Barcelona. Un parcial de 11-0 culminado con triple de José Manuel Calderón cambió la decoración de forma radical (21-23, min 13). Dueñas regresó inmediatamente al parqué y el Barca, como ya había sucedido antes, frenó en secó a los chicos de Dusko Ivanoviv, que después de su vertiginosa entrada en faena encajaron un 3-11 y se fueron al descanso a diez puntos (24-34). Era evidente que con el pívot en activo al Tau le iba a resultar imposible, pero la fortuna le tendió una mano. Dueñas cometió la tercera personal al principio del tercer corte y Pesic le puso a buen recaudo. El encuentro volvió a dar un vuelco, por supuesto, en favor del defensor del título. El Barcelona, sin embargo, mantenía la situación bajo control y sentía que lo peor ya había pasado. Pero ni mucho menos. Al Tau le acechaba la angustia, aunque no tiró la toalla. Los vitorianos volvieron a la carga una vez más y Elmer Bennett les enseñó la posibilidad de revalidad el título del 2002 con un par de triples que llevaron a un empate final a 69-69. La intensidad y la emoción eran dignas de una gran final, que es lo que fue el partido entre Tau y Barcelona. Pero sólo podía ganar uno en la prórroga. Con menos de dos minutos por delante el título continuaba a medio camino del Buesa Arena y del Palau (74-75). Dueñas y Jasikevicius lo llevaron a Barcelona.