Diario de León

VELA

La Copa América busca puerto

La reconquista para Europa de la Copa de América por el barco suizo Alinghi, después de 152 años, se ha convertido en una fiesta nacional que ha levantado la moral de los ciudadanos helvéticos. Ahora la Copa busca su próxima sede, y Cádiz y

Los tripulantes del equipo suizo del «Alinghi» posan con el trofeo obtenido este fin de semana

Los tripulantes del equipo suizo del «Alinghi» posan con el trofeo obtenido este fin de semana

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Isabel Saco - GINEBRA.
León

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En las últimas semanas los suizos sólo han recibido malas noticias, como la pérdida de miles de empleos en los sectores financiero, aeronáutico y de telecomunicaciones. El triunfo de la embarcación suiza «Alinghi» -bautizada como «el barco de los Alpes»- ocurrió en las costas de Auckland (Nueva Zelanda), y fue celebrado por miles de suizos que se reunieron en plazas, bares y discotecas para seguir en directo, durante la madrugada del domingo, la quinta y última regata de la competición. Ginebra fue la ciudad donde más se festejó, pues fue aquí donde casi un centenar de miembros del equipo del Alinghi trabajaron durante tres años para poder «colocar la Copa de América en la cima del monte Cervino», en los Alpes suizos. La hazaña requirió una inversión de 55 millones de euros, financiados en su mayor parte por el multimillonario suizo Ernesto Bertarelli, de 37 años, propietario de los laboratorios Serono, con sede en Ginebra. Miembros del gobierno helvético no pudieron sustraerse a la alegría colectiva provocada por esta a todas luces sorprendente victoria, lograda en los mares del sur por un país que no tiene acceso al mar y que es famoso por sus montañas y sus estaciones de esquí. El presidente del Consejo Nacional (Parlamento Suizo), Yves Christen, comentó hoz que el triunfo del Alinghi es el «de la globalización inteligente, del hombre que controla la técnica y que es capaz de adaptarse a la naturaleza». Por su parte, el presidente de la Confederación Helvética, Pascal Couchepin, consideró que se trata de un caso de «inesperada alianza entre la alta tecnología, la voluntad y un espíritu de equipo», que demuestra que «Suiza es un país que puede sorprender». Ahora le tocará a este país decidir las condiciones, la fecha y el lugar en que se realizará la próxima Copa América. Las posibilidades de realizar el torneo en el lago suizo Lemán han quedado prácticamente descartadas, pues a pesar de su extensión -580 kilómetros cuadrados- y tener las corrientes de viento necesarias, los alquileres de los terrenos circundantes son demasiado elevados como para pensar en instalar allí las bases de quince equipos. Por ahora las preferencias apuntan al Mediterráneo y ya existen cinco ciudades candidatas con grandes posibilidades: Cascais (Portugal), Barcelona y Palma de Mallorca (España) y Sete y Marsella (Francia). El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, aprovechó hoy una reunión con su colega helvética, Ruth Metzler, para después de felicitar a los suizos por su hazaña, invitarles a hacer una buena elección en alusión sin duda a las dos ciudades francesas propuestas. Los principales criterios para elegir la sede serán la constancia del viento, sus calidades deportivas, la infraestructura que pueda poner a disposición de los competidores (alojamiento, transportes y comunicaciones), su atractivo turístico y, finalmente, la seguridad y el apoyo político de sus autoridades.

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