Diario de León

OPINIÓN Ordoño Llamas Gil

Verdades de la pesca

El deterioro de nuestros ríos acabará con la pesca si no se adoptan medidas que sean eficaces

El deterioro de nuestros ríos acabará con la pesca si no se adoptan medidas que sean eficaces

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León

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Se me ocurre que, para entretenernos desesperándonos, podríamos mentalizarnos cuando adquirimos nuestra licencia de pesca y permisos para los cotos, si estamos procediendo cabalmente o sólo obedecemos a un instinto de predación arraigado en nuestros genes o a una afición desmedida hacia lo irracional de un deporte que fue, en sus buenos tiempos, uno de los divertimientos más emocionantes que darse puedan frente a una naturaleza exhuberante y vital, y como evasión de todos los problemas cotidianos y estresantes, preguntándonos el porqué mantenemos una afición que ha dejado de proporcionarnos satisfacciones, acumulándonos en cambio decepciones sin fin. Para ello, nada mejor que un examen de conciencia y, ejercitando nuestro yo profundo, hacer cábalas sobre las satisfacciones y decepciones que percibimos o recibimos al dedicarnos a ello, procurando discernir lo real de lo ficticio, lo oficial de lo privado, lo beneficioso de lo perjudicial y formándonos un criterio propio sobre la situación actual y sobre los derroteros por los que habrá de transurrir el futuro de una actividad que cada año se nos muestra mas desilusionante y que parece estar abocada a un estrepitoso fracaso. Podríamos preguntarnos, por ejemplo: ¿Es León una provincia truchera? Evidentemente, sólo la ínfima sombra de lo que fue, cuando presumíamos de tener tres mil kilómetros de ríos trucheros. ¿Por qué seguimos presumiendo? ¿Será acaso que soñanos que hoy están los ríos igual o mejor que nunca? O que el sistema de cotos y vedados ha beneficiado a los tramos libres y por eso están desiertos. Hay quien piensa que la pesca eléctrica perjudica a las truchas, a otros peces y a los cebos: Yo creo que mucho más que por la simple extracción, por los perjuicios colaterales, y porque muchas veces en vez de contarlas las descuentan, llevándolas por derroteros ocultos a cotos o destinos diferentes, lejanos o inconfesables. Podríamos preguntarnos si la polución causa la escasez de pesca. La respuesta sería siempre afirmativa, pero...¿qué hace Confederación Hidrográfica del Duero para evitarlo? ¡Nada que no sean paños calientes, con multas irrisorias, para beneficio de industrias, ayuntamientos, establos, graveras, etcétera! Otra pregunta: ¿Podemos creer que el Icona presiona a la CHD para que se mantengan los caudales ecológicos o es que esta no les hace ni caso? Hagamos cábalas sobre la influencia del Consejo de Pesca, porque para aconsejar normas prohibitivas a los pescadores de caña sólamente, sirve cualquiera. No así para prever y prevenir otras mareas de manchas blancas que nos visitarán en el futuro, además de recapacitar sobre las prolongaciones del cierre de veda para la pesca sin muerte, no ignorando que casi todas las truchas que se pescan al sereno se mueren solas, y que la efectividad de esta medida es relativa, sólo durante las horas diurnas y en lugares realmente vigilados. Buena muestra de ello es la de que, a pesar de ser sin muerte, terminan desapareciendo y hay que repoblar de nuevo. Y si nos referimos a los cotos ¿Se pesca bien en ellos?: No, muy mal, con excepción de los días siguientes a las repoblaciones o concursos, y sólo en ciertos tramos. En las zonas libres los ceros a la izquierda se suceden sin remisión. Sobre los vedados hay quien piensa, con cierta lógica, que favorecen mas a los furtivos, sobre todo si tenemos en cuenta que se rumorea que los guardas no vigilan mas que en las horas diurnas, y por lo tanto la noche es su mejor aliado. Si pensamos en la discriminación existente actualmente entre los cebos, veremos que todas las tendencias favorecen a las moscas, en detrimento del resto, por arraigados y clásicos que sean. Y respecto de los útiles nos convenceremos de que algunos, como los vadeadores y los patos (nuevo sistema de cómoda depredación), deberían de estar totalmente prohibidos. Podemos preguntarnos también si la pesca selectiva del lucio con el sistema eléctrico perjudica a otros peces y si en los tramos tratados se han normalizado las demás especies y están ya en franca recuperación, pero...la contestación es rotundamente negativa, ya que en las zonas de transición y bajas, no es fácil conseguir pescar o ver a las tencas, blak-bass, bogas, cachos, carpas, etcétera, como no sea a los barbos en su migración anual de Junio, subiendo en busca de sus lugares de freza. En las trucheras tampoco se ha visto que se recuperen, ya que cada vez hay menos, salvo en casos de repoblación. Es por tanto dable pensar que existía un mejor equilibrio biológico cuando coexistían todas ellas con el lucio, pues las había en abundancia. Y sobre el beneficio ocasionado por todas las especies foráneas introducidas, el balance sería totalmente negativo para algunas, como la perca sol, el cangrejo rojo, el lucio y el blak-bass, aunque sobre estas dos últimas existen atenuantes, por habernos proporcionado momentos inolvidables practicando su pesca, antes de haberlas hecho desaparecer casi por completo. Pensemos en alguna solución positiva para los años venideros, pero no se ve ninguna. Los pescadores de caña nos hallamos impotentes, sin poder hacer nada, sin saber si la afición podremos mantenerla con las repoblaciones o si realmente seguiremos siendo unos auténticos masocas. Si es usted de los que piensan que esto tiene arreglo, habrá suspendido la oposición para el ingreso en la cofradía de pescadores conscientes, por lo que se merece lo que le ocurre en los ríos cuando sale de pesca, y debieran de cobrarle el doble por los permisos y licencias que solicite. Se pueden hacer preguntas hasta el infinito, para demostrar que vamos hacia la hecatombe total de nuestros ríos, y que probablemente no tendrá solución de continuidad, a no ser que se inventen peces que coman porquería y naden entre polución, como parece que ocurre en Japón, donde han creado un pez transparente. Peces, en fin, que, una vez pescados, habrá que introducirlos en un desinfectante. Después ya se podrán hacer concursos que premien al plato mejor condimentado y cosas así. El fantasma de la fario sobrevolará por encima, y se le dedicarán las mas aduladoras frases en el pregón organizado en su honor, aludiendo al exquisito sabor de su carne (sin olores extraños), que se degustó en todos los ámbitos, y que hoy es exclusivo de los grandes o pequeños fraudes y de los pocos que saben encontrarlas, aunque nadie está seguro de que sean fario, sino sucedáneos y cruces cabalísticos, que pronto llegarán a ser de plástico transparente. Cuestión de genes mezclados... ¡y, por supuesto, total desprecio medioambiental!

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