Juan de Dios monta en cólera

Los primeros flashes del fotógrafo arrugaron ya el gesto del anterior seleccionador nacional. Mal asunto. El míster del equipo de casa no perdió el contacto visual con los redactores de Diario de León desde la otra esquina de la pista, si bien cada cual se dedicó a su tarea. Hasta que un grupo de niños de un colegio local, no más de quince o veinte, se animaron más de lo debido en las gradas, y el volumen del audio en el ambiente subió más de la cuenta. El técnico explotó y los gritos resonaron en toda la instalación. El destinatario, Eric Thouzzeau, el segundo entrenador: «¿Me quieres explicar qué es esto?. ¿Cómo pueden estar aquellos allí, los críos del otro lado.... ¿Me queréis decir qué es esto?. ¡Os lo digo yo, ésto es un cachondeo!». Sin respuesta El receptor de la bronca se encogió de hombros, el equipo dio por cerrada la sesión, se fue a estirar en la banda, y Juan de Dios jugó a los secretos con el parte de bajas. Zaky y Trives ya eran víctima de una gripe fuerte. Dujshebaev ni siquiera entrenó por el mismo motivo: «Lo que hay que hacer es jugar con lo que se tiene. No me trastoca nada, el equipo ya sabe cómo tiene que jugar, y así no tengo inquieta a la prensa, a ver a quién descarto». En la plantilla local, el tono es mejor. El ex ademarista Iker Romero se conforma «con dormir y descansar, que lo que llegue mañana, ya se verá. No sé si me tocará jugar o no, pero listo estoy». José Luis anuncia un partido similar al disputado en cancha leonesa «pero espero que esta vez los que ganemos seamos nosotros. Si Talant no puede jugar, sí nos trastoca, pero para eso estamos los demás». A Alberto Entrerríos le parece que lo más peligroso «es descontrolarse en cinco minutos y tirar toda la eliminatoria en un momento. No hay que perder la cabeza y lo de las gripes, se superará», aseveró el jugador del Ciudad Real otrora componente del Ademar del que recaló en las filas del FC Barcelona. Y de ahí al Ciudad Real, rival esta tarde del Ademar León.