BALONMANO
Entre nervios de espera y argucias vitales
Sigue siendo la suya una causa de fidelidad a los colores. La afición de Ademar dio otra muestra más de entrega al espíritu marista, a pesar de que luego, a la hora de la verdad, el asunto del resultado cambiara en buena parte las exce
La afición leonesa apoyó en lo que pudo al Ademar en su envite europeo
Ambiente sobró. Los goles más dolorosos de la eliminatoria entraron desde fuera de la pista antes de empezar, cuando la cancha se hizo una caldera. Y mientras Juan, de Dios, miraba al cielo, Juan, Arias, lo hacía al suelo. Cada uno manda los nervios a donde quiere. O porque mientras Kjelling hacía malabares con la pelota para calentar, Cadenas los hacía con la grada para poder hablar en la radio sin llevarse el soplamocos que le prometía iracundo un talibán manchego desde la grada. Poco de eso se vio desde el fondo que le dieron a la afición leonesa. Sólo se vio la eliminación. Y eso duele. Demasiado para los aficionados leoneses que se desplazaron para animar al Ademar en su compromiso continental.