El Barça vive una noche para olvidar

El aviso de Radomir Antic no surtió efecto y el Barça sumó un nuevo descalabro en el Camp Nou al empatar ante el Valladolid (1-1). Los azulgrana encadenaron error tras error en una pésima noche de fútbol ante un cuadro vallisoletano muy trabajador y ordenado. Todo ello sumando dos protagonistas de excepción. El primero Antic. El técnico azulgrana Antic no estuvo nada acertado al sustituir a Riquelme, el único azulgrana que aportó lucidez. El segundo Iturralde. El colegiado vasco dio todo un recital de despropósitos en un desastroso arbitraje. Antic ya advirtió una excesiva relajación durante la semana. Su misión era clara. Poner en cuarentena a sus jugadores. La sabiduría de Antic logró una mísera pizca de efecto. Riquelme apostaba por su técnico mientras sus compañeros estaban adormitados. El Valladolid arrancó con desconsideración. Mezclando una actitud valiente y su buena disposición táctica los blanquiviolentas apretaban. Moré acertó en cerrar el grifo azulgrana. Xavi presionado. Saviola y Kluivert erráticos. Overmars apagado. El Barça empezó corriendo. La misión era perseguir a sus oponentes. Fernando Sales y Olivera creaban sensación de peligro por las bandas. Los azulgrana estaban a merced de su adversario. El despertar del Barça tuvo nombre propio. Riquelme apareció. Por fin, cuando su equipo estaba más aletargado, el argentino mostró varios detalles de su incontestable clase. Sus botas empezaron a generar peligro. Los azulgrana estiraban líneas y mostraban la contundencia que han adquirido con Antic. Saviola erró la primera. Riquelme, tras la enésima pifia de Kluivert en el remate, desperdició la segunda. Overmars malogró la tercera. Al final, empate.