Sin prisa pero sin pausa

Todo contribuyó este sábado a que los espectadores que se dieron cita para presenciar este encuentro de alevines, se los pasaran en grande. El juego resultó muy entretenido, se realizaron buenas jugadas por ambos equipos, el público vio ocho goles y además disfrutaron de buena climatología en el Polígono. Comenzó muy bien el Atlético Bembibre que dispuso de una ocasión de Andrés en el minuto 8 en la que su disparo salió ligeramente desviado. A renglón seguido fue Pablo el que chuta fuerte pero su remate es magistralmente detenido por Fernando. En el minuto 12 llegó el primer tanto del Atlético, que venía a premiar este buen arranque de partido por parte de los rojiblancos. Sergio fue el encargado de materializar el tanto de los del Bierzo Alto. Parece que este gol hizo espabilar a los de Cuatrovientos porque los de la barriada pasaron inmediatamente al ataque a partir de aquí. En el minuto 16 Adrián se quedó solo ante el guardameta rival, pero cruzó en exceso su disparo y perdió una gran ocasión. Después este mismo jugador puso en apuros al meta Bruno con un disparo que atajó bien éste. Estaba claro que el tanto del empate se estaba fraguando, era una cuestión de tiempo. Antes, Pablo dispuso de una ocasión para el Bembibre. Disparó bien, pero Fernando se lución con una gran parada. Después llegaría una ocasión para el Cuatrovientos, cuando Cristian cruza la pelota y para muy bien Bruno. Los discípulos de Palla lograron la igualada en el minuto 21 gracias a uno bonito tanto de Santín. No contentos con haber restablecido la igualdad en el marcador, los de Cuatrovientos siguieron insistiendo ante Bruno y así lograron el segundo tanto poco después del empate. Fue como consecuencia del primero de los tres tantos firmados por José Ángel, el goleador de la mañana. Los de Labrada trataron de reaccionar, pero se encontraron con otro gol en contra. Para colmo de males, los rojiblancos fallaron luego un penalti, con el que podían haber recortado diferencias. Sólo fueron capaces de maquillar el resultado con dos tantos postreros de Pablo, pero para entonces el incisivo José Ángel había dejado el choque visto para sentencia.